Bruselas. AP. Grecia superó ayer un importante obstáculo en su batalla para permanecer a flote luego de que sus acreedores europeos aprobaron una extensión de cuatro meses para su rescate financiero.
Sin embargo, la agobiada nación tiene mucho que hacer para convencer a sus socios de que merece ayuda a largo plazo.
Los acreedores del país en la eurozona, de 19 naciones, avalaron la petición de Grecia para una prórroga después de que la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional –las principales instituciones que manejan los préstamos de Grecia y llamadas la troika– respaldaron una lista de reformas presentadas en la noche del lunes.
Reformas. En el documento de seis páginas, pero sin cifras concretas, el Gobierno griego se compromete a modernizar el sistema fiscal y la Administración Pública, a reformar la seguridad social, a luchar contra la corrupción y a no revertir ninguna privatización ya hecha.
Sin una línea de ayuda financiera para los próximos meses, el país podría irse a la bancarrota, verse obligado a controlar capitales y salir de la zona euro.
“Las tres instituciones acordaron comenzar el proceso con esto”, dijo el presidente de la eurozona, Jeroen Dijsselbloem, a la televisora RTL. “Consideraron que era una lista lo suficientemente seria y todos los países han estado de acuerdo con ello en la reunión para que podamos comenzar”.
El acuerdo del martes se da a pocos días de que expire el rescate de Grecia, por 240.000 millones de euros ($270.000 millones), y está dirigido a comprar tiempo para que ambas partes logren un acuerdo a mayor plazo para aligerar la carga del financiamiento.
Con toda certeza, Grecia tendrá que negociar un nuevo pacto con sus acreedores después de junio, cuando se venzan los pagos grandes.
Aunque Grecia ha logrado grandes avances para poner en forma sus finanzas públicas –de hecho, prevé un superávit una vez que salde los intereses y la deuda–, su carga sigue siendo demasiado alta, cercana al 175% del producto interno bruto (PIB).
La extensión ahora debe ser aprobada por los parlamentos de algunos países, incluyendo Alemania, antes del sábado.
El nuevo gobierno de izquierda, con el Partido Syriza, fue elegido para deshacerse de las medidas de austeridad que vinieron con los fondos de rescate que Grecia aceptó tras ser incapaz de pedir prestado en mercados internacionales. Desde el primer desembolso, Grecia ha tenido que aceptar las condiciones de sus acreedores a cambio de recursos.
La economía es casi 25% menor a lo que era en el 2008 y los niveles de desempleo y pobreza han subido dramáticamente.
Aunque no ha sido capaz de reescribir el guion de austeridad de Grecia, el gobierno griego al menos dirige parte de las reformas.
Los planes de reforma, que de acuerdo con el gobierno no impactarán la situación fiscal del país, fueron enviados previamente y han tenido una respuesta favorable en los mercados. La bolsa de Atenas cerró el martes con una ganancia dee 9,8%.