Ciudad del Vaticano. AFP. El papa Francisco reconoció el miércoles que la separación en algunos casos “es inevitable” y hasta “moralmente necesaria”, sobre todo cuando reina la violencia en el hogar, en un mensaje claro de apertura ante los retos de la familia moderna.
“Hay casos en que la separación es inevitable, a veces inclusive moralmente necesaria, para sustraer a los hijos de la violencia y la explotación, y hasta de la indiferencia y el extrañamiento”, dijo a miles de peregrinos que asistieron a la audiencia en la plaza de San Pedro.
“Pidamos al Señor una fe grande para ver la realidad con la mirada del Señor”, clamó.
El mensaje del Papa fue lanzado un día después de que el Vaticano presentó el documento que guiará, en octubre, el sínodo de obispos de todo el mundo dedicado a la familia y en el que se propone “acompañar a los divorciados y a las familias con hijos homosexuales”.
Habló de las “heridas profundas” que la separación ocasiona a los niños.
Reflexiones. “¿No estaremos anestesiados respecto a las heridas del alma de los niños? Cuanto más se intenta compensarlos con regalos, más se pierde el sentido de las heridas del alma”.
“¿Cómo acompañar a las parejas en dificultades?”, se interrogó el Pontífice.
La reflexión forma parte de los intensos debates que los obispos tienen desde hace más de un año sobre cómo encarar los retos de la familia actual, en particular la espinosa cuestión de autorizar la comunión a los divorciados vueltos a casar, lo que genera fuertes divisiones.
La Santa Sede reveló que se logró un “común acuerdo” para proponer un “camino penitencial”, bajo la autoridad de los obispos, para reintegrar a los divorciados vueltos a casar, algo visto como señal de apertura.
Ante la crisis de la familia, el Papa elogió a aquellos “que sostenidos por la fe y por el amor a los hijos, dan testimonio de su fidelidad a un vínculo en el cual han creído, aunque parezca imposible hacerlo revivir”.
“Pero no todos los separados sienten esta vocación. No todos reconocen, en la soledad, un llamado del Señor dirigido a ellos”, subrayó, con un tono comprensivo y para nada de reproche.
“A nuestro alrededor encontramos diversas familias en situaciones así llamadas irregulares --no me gusta esta palabra-- y nos hacemos tantas preguntas. ¿Cómo ayudarlas? ¿Cómo acompañarlas? ¿Cómo acompañarlas para que los niños no se vuelvan rehenes del papá o de la mamá?”, se interrogó el Papa argentino.
Francisco está empeñado en fomentar un cambio de mentalidad dentro de la Iglesia, que hasta hace pocos años instaba a los varios miembros de la familia a soportar con paciencia y sumisión las desdichas matrimoniales y prohíbe con firmeza la comunión para los divorciados que se vuelven a casar.
“El Papa prepara el terreno para el sínodo de 2015 en el que se deberá llegar a un compromiso para que los divorciados que se vuelven a casar puedan acceder a la comunión”, explicó el vaticanista Marco Politi, autor de la biografía de Francisco.
“Es un mensaje dirigido a los obispos más que a los fieles”, sostiene el experto.
Según el documento de trabajo, elaborado con base en un cuestionario sobre el informe final del Sínodo Extraordinario que encabezó Francisco en octubre, en el que se abordaron temas tabú como homosexuales, eutanasia, aborto y matrimonio mixto, es posible que se fije un “camino de penitencia” para los católicos divorciados que se vuelven a casar.
“No se trata de autorizar el segundo matrimonio, como ocurre con los ortodoxos, sino de dar facultad a los obispos de autorizar la comunión según el caso a los divorciados que se vuelven a casar”, asegura Politi. “Un esfuerzo que se va a tener que hacer”, observó.