Barcelona. AFP y EFE. Banderas españolas por un lado, enseñas independentistas por el otro.
Cataluña llegó el viernes al final de la campaña para las elecciones del domingo que, según el presidente catalán, Artur Mas llevarán “a la libertad” de esta región española.
Y para conseguir tal objetivo, los independentistas hacen su apuesta por una sólida victoria que les permita poner la primera piedra de la emancipación.
“Estas urnas son las urnas que llevan a la dignidad y llevan a la libertad”, aseguró el líder independentista en el último mitin de su coalición Junts pel Sí (Juntos por el Sí), que consiguió reunir a decenas de miles de personas en Barcelona.
En cambio, para quienes pujan por mantener la unidad del reino, los comicios deben ser una oportunidad para “salir del túnel, ver la luz e iniciar una etapa de sensatez y de razón”, según el jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy.
De allí su llamado, el viernes, a votar por su Partido Popular.
“Hay una Cataluña mayoritaria que ama a su pueblo y que ama a su tierra, y porque la ama no quiere verla amputada de España y de Europa”, manifestó en un [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150925_0018]]mitin electoral[[END:INLINEREF]].
A priori son elecciones para renovar el Parlamento regional, pero los independentistas quieren convertirlas en el referendo sobre la secesión que reclaman desde el 2012 y que Madrid no aceptó pues no se ajusta a lo dispuesto por la Constitución.
Estarán en disputa 135 bancas y los sondeos de intención de voto mostraban la fuerte posibilidad de que los independentistas puedan lograr al menos 86 bancas, con lo que tendrían mayoría absoluta en la Cámara.
“El futuro (de Cataluña) tiene un día especial este domingo, un día histórico”, recalcó Mas, en tanto su aliado y líder de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) , Oriol Junqueras, proclamó: “ Somo un pueblo que ha llegado a las puertas de su libertad, que no rendirá”.
Los líderes nacionales desembarcaron en masa a la región.
Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Esáñol (PSOE), sostuvo en un mitin que sufragar por su partido en Cataluña “es un sí claro a la convivencia y un no a la independencia”.
La cabeza de lista del partido de centro Ciutadans (Ciudadanos), Inés Arrimadas, apeló a los votantes a apoyar a su partido para decirle al “mundo” que los catalanes quieren “seguir siendo españoles y europeos”, y presentó a su agrupación como la “única capaz de frenar” los planes independentistas de Artur Mas.
Posibilidad que inquieta. El objetivo de los secesionistas inquieta a las empresas y las finanzas por las consecuencias en la economía española, que tras una dura crisis ahora crece al 3%.
Sin Cataluña, España perdería un 25% de sus exportaciones, un 19% de su PIB, 16% de su población, su principal puerta a Europa y su región más turística.
Pero Cataluña saldría de la Unión Europea, el desempleo subiría al 37% y las pensiones caerían un 44%, repitió constantemente el Gobierno español.
“Solo se han dedicado a anunciar las siete plagas de Egipto”, lamentaba David Colomer, químico de 49 años.
La coalición Junts pel Sí, con independentistas desde la centroderecha hasta la izquierda alternativa, defienden la secesión como una herramienta para conseguir un país “más próspero, más justo y más limpio”.
Aunque algunos indecisos no lo ven claro: “Ahora que la crisis ha terminado y estamos bien, me da miedo perder esta estabilidad con esta locura”, se preocupaba Israel Alarcón, un farmacéutico en L’Hospitalet de Llobregat.