Fráncfort, Alemania. EFE. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo ayer que la entidad monetaria quiere que Grecia permanezca en la zona del euro, pero que hay condiciones, y destacó que la institución va a implementar completamente el programa de compra de deuda.
Previamente a estas declaraciones de Draghi, el Consejo de Gobierno de la entidad había decidido mantener la tasa de interés rectora en el 0,05 %.
En rueda de prensa, Draghi explicó también que el BCE ha mantenido las previsiones de crecimiento para este año y el próximo, pero ha revisado al alza tres décimas los pronósticos de inflación para el presente ejercicio, hasta el 0,3 %.
“Reconocemos que las proyecciones del personal del BCE están condicionadas a la plena implementación de nuestras medidas de política monetaria”, dijo respecto a las medidas de expansión cuantitativa.
Draghi hizo hincapié en que la entidad monetaria comprará grandes cantidades de deuda, sobre todo pública, hasta finales de setiembre del 2016 y, en cualquier caso, hasta que la inflación suba casi el 2 %.
El presidente del BCE no ve riesgos eminentes derivados de los bajos tipos de interés, como la creación de burbujas en el mercado inmobiliario o un aumento del apalancamiento (endeudarse para invertir).
Reconoció que en algunos mercados inmobiliarios “los movimientos de los precios son amplios”, pero “dentro de la estabilidad financiera”.
Draghi mandó un mensaje a los mercados: “Tenemos que acostumbrarnos a periodos de una volatilidad mayor”.
Respecto a Grecia, la condición para que el país permanezca en la zona del euro es un “fuerte acuerdo”, que garantice el crecimiento de su economía, la sostenibilidad de las finanzas públicas, justicia social y estabilidad financiera.
“No puedo dar una actualización a tiempo real de las negociaciones con Grecia, que se llevan a cabo en Bruselas, pero hay un deseo de que las negociaciones terminen en un acuerdo”.
Draghi añadió que la condición para que el BCE admita más deuda a corto plazo de Grecia (T-bills) como garantía en las operaciones de refinanciación es que haya “una valoración exitosa de la revisión” del segundo programa de rescate.
A su juicio, la economía griega es viable con políticas adecuadas.
El BCE ha elevado en 500 millones, hasta los 80.700 millones de euros, la cantidad de liquidez que las entidades helenas pueden pedir prestada por medio del Banco de Grecia, mediante el llamado programa de provisión urgente de liquidez.
El BCE, que decide ahora semanalmente la cantidad que esas entidades pueden pedir prestado al Banco de Grecia, tampoco va a aplicar recortes de valor mayores a las garantías que los bancos helenos presentan para recibir la financiación.