Moscú. EFE. La ola de calor que sufre Rusia desde hace más de un mes acabó ya con más de diez millones de hectáreas de cultivo, por lo que las autoridades declararon el estado de emergencia por sequía en 27 de las 83 entidades federadas del país, informó ayer el Ministerio de Agricultura.
“Ayer por la noche, cuando volábamos hacia aquí (a la ciudad de Novosibirsk), fue declarado el estado de emergencia por sequía en la región de Vladimir, la vigésima sétima” del país, precisó Piotr Chekmariov, jefe del departamento de Protección y Abonos de la cartera de Agricultura.
El alto cargo, citado por la agencia RIA-Nóvosti, explicó que “la sequía ha acabado ya con más de 10 millones de hectáreas de cultivo, más exactamente con 10,3 millones de hectáreas, lo que supone el 33% de las superficies sembradas en esas regiones” .
Según el asesor del presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, para el cambio climático, Alexandr Bedritski, desde hace casi cuarenta años que el país no sufría una sequía como la actual.
Las autoridades revisaron a la baja la previsión de cosecha de cereales para este año “hasta 85 millones de toneladas”, pero según la titular de Agricultura, Elena Skrínnik, habrá que esperar el término de las tareas de recolección para hacer el balance definitivo.
En cualquier caso, la Ministra aseguró que las reservas de grano sumadas a la cosecha de este año no solo cubrirán las necesidades internas del país, sino que permitirán también mantener el potencial de las exportaciones de cereales.
La víspera, las temperaturas en la capital rusa volvieron a batir un máximo histórico en 130 años de observaciones meteorológicas al marcar los 38,2º centígrados.