“Tenemos una ola de violencia que está afectando a Zihuatanejo y Acapulco”, reconoció el secretario del Gobierno de Guerrero (sureste), Armando Chavarría.
La violencia se extendió entre el jueves y el sábado a otros estados.
La ejecución más repudiada fue la de Amado Ramírez, corresponsal desde hacía 15 años de Televisa, asesinado con disparos al salir de una radio de Acapulco donde el periodista conducía un programa.
“Las autoridades tienen que tomarse en serio la muerte de este periodista”, demandó la organización Reporteros sin Fronteras.
“Una investigación de gran envergadura debe permitir aclarar las circunstancias y las responsabilidades de la ejecución de nuestro colega”, añadió la organización.