Washington. EFE. Estados Unidos y Rusia trataron ayer de dejar de lado las tensiones por la cancelación de la cumbre bilateral entre sus presidentes en una pragmática reunión ministerial, en la que acordaron dar un nuevo impulso a la conferencia de Ginebra para alcanzar una solución política en Siria.
Los titulares de Relaciones Exteriores y Defensa de EE. UU., John Kerry y Chuck Hagel, respectivamente, recibieron a sus homólogos rusos, Serguéi Lavrov y Serguéi Shoigu, dos días después que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara que no se reunirá con el mandatario ruso, Vladimir Putin, en setiembre, como estaba previsto.
El principal acuerdo de la cita, definida como “pragmática” por Estados Unidos y “constructiva” por Rusia, fue de convocar una conferencia en Ginebra “lo antes posible”, dijo una fuente diplomática estadounidense.
Lavrov fue más concreto y aseguró que los ministros acordaron otra reunión a finales de este mes para preparar la conferencia de Ginebra entre el régimen sirio y la oposición, según informó la edición estadounidense del canal de televisión al-Yazira.
Desde que decidieron en mayo impulsar una segunda conferencia para poner fin al conflicto en Siria, ambas potencias han intentado en vano conformar una lista de asistentes del gobierno de Bashar al-Asad y la oposición, a quienes quieren convencer de que formen un órgano de gobierno de transición con elementos moderados de ambos bandos.
Estados Unidos “sigue trabajando con la oposición y Rusia con el régimen” para convencerlos de participar, según la fuente diplomática estadounidense.
Antes de la reunión de ayer, Kerry resaltó que, pese a las diferencias con Lavrov en torno a “la responsabilidad por las matanzas” en Siria, ambos coinciden “en que tiene que haber una solución política y la conferencia de Ginebra es un paso hacia esa solución”.
Al inicio de la cita, Kerry planteó su “decepción” por el asilo temporal dado en Rusia al extécnico de la CIA Edward Snowden, acusado de espionaje por Estados Unidos, pero no hizo hincapié en ello porque el asunto “se trata ya a través de los canales de comunicación entre los responsables de Justicia”, según la fuente estadounidense.
Lavrov aseguró que el caso de Snowden “no ha eclipsado” el encuentro , pese a que el tema renovó las tensiones bilaterales que ya existían por asuntos como Siria, las denuncias de represión política en Rusia y la defensa antimisiles.