Washington AFP, EFE Tres días después de su histórica reunión con Raúl Castro en la Cumbre de las Américas de Panamá, el presidente Barack Obama concretó ayer su respaldo al retiro de Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, paso clave para restablecer las relaciones.
En un gesto esperado con ansiedad por todo el continente desde la semana pasada, Obama envió al Congreso un informe donde señala la “intención de remover” a Cuba de esa lista, uno de los obstáculos para el avance del restablecimiento de relaciones diplomáticas.
En una carta de solo cuatro párrafos, Obama expresó al Congreso que estaba en condiciones de certificar que “el Gobierno de Cuba no ha proporcionado soporte al terrorismo internacional en los últimos seis meses”.
Además, afirmó el mandatario en la carta, “el Gobierno de Cuba ha ofrecido garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro”.
En una nota oficial, la Casa Blanca informó de que la normativa legal determina que el presidente debe informar al Congreso sobre el caso 45 días antes de que cualquier decisión entre en vigor. En ese periodo, el Congreso –dominado por la oposición del Partido Republicano– aún podrá bloquear la medida mediante una resolución bicameral.
“El proceso de revisión del Departamento de Estado parece apurado”, señaló el republicano Ed Royce, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Varios legisladores, la mayoría de origen cubano, condenaron la decisión del presidente Obama por considerar que envía un “mensaje peligroso”.
Desacuerdo. El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner; el senador y precandidato republicano Marco Rubio; el senador demócrata Bob Menéndez; la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen y el legislador republicano Mario Díaz-Balart, fueron algunos de los que lamentaron la medida.
“La decisión de la Casa Blanca es lamentable, pero no me sorprende. Cuba, sin duda, es un país que apoya el terrorismo”, dijo Rubio en un mensaje de video.
Por su parte, el secretario de Estado, John Kerry, afirmó: “Ha llegado el momento de remover la designación de Cuba como Estado promotor del terrorismo.
”Las circunstancias han cambiado desde 1982, cuando Cuba fue designada como un Estado promotor del terrorismo (...). Nuestro continente y el mundo se ven muy diferentes hoy de como se veían hace 33 años”, agregó.
En esa lista, Cuba tiene la compañía de Sudán, Irán y Siria.
El retiro de Cuba de la polémica lista permitirá al país librarse de diversas restricciones contra todo tipo de asistencia por parte de Estados Unidos –incluso por medio de organismos internacionales–, el comercio de armas y actividades financieras con la Isla.
No obstante, las relaciones comerciales y financieras del país seguirán sometidas a las severas restricciones previstas en las normas específicas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), ligada al Departamento del Tesoro.
Desde el histórico anuncio, el 17 de diciembre, del inicio de un proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas, los dos países ya mantuvieron rondas de negociación, pero la permanencia de Cuba en la lista de promotores del terrorismo era un obstáculo.