Escuintla, Guatemala. AFP. Un enfrentamiento entre grupos rivales en una cárcel de máxima seguridad del sur de Guatemala dejó al menos 17 muertos, mientras cientos de policías ingresaron este lunes para retomar el control del penal.
En las afueras de la Granja Penal Canadá, a unos 75 kilómetros al sur de la capital, decenas de personas se agruparon para preguntar por el estado de sus familiares, ante el hermetismo de las autoridades por revelar la identidad de los fallecidos.
El fiscal auxiliar del departamento sureño de Escuintla, Víctor Mijangos, dijo que los disturbios se originaron por un partido de fútbol entre los internos llamados paisas y los cholos, estos últimos integrantes de las pandillas, aunque el descontento ya estaba al límite entre los bandos.
Según la Policía, los paisas “estaban hartos de tanto abuso” por lo que decidieron asesinar a 20 cholos, pero tres de ellos pudieron escapar a otros sectores de la prisión.
Asimismo, Mijangos indicó que el número de muertos aumentó de 16 a 17 después del fallecimiento de un reo en un hospital como consecuencia de las heridas sufridas.
Aseguró también que todos los internos fueron ultimados con arma blanca y al menos siete fueron decapitados.
Los cadáveres fueron trasladados para su identificación a la morgue de Escuintla, que se vio abarrotada por personas que llegaron a preguntar si entre las víctimas se hallaban familiares.
Las instalaciones de esta prisión, cuyo perímetro está resguardado por dos altas barreras de metal y entre ellas una pared de alto voltaje, fueron acordonadas por más de 2.000 policías y decenas de militares, que contaban con un blindado, observó la AFP.
Desde el interior de una celda, varios reos gritaban que querían comida pues no habían recibido alimentos desde el mediodía del domingo, cuando les sirvieron el almuerzo.
“Estamos aislados y no escuchamos nada”, dijo un recluso desde su celda al contestar a un periodista, quien, desde la malla de metal, preguntó sobre la riña.
La Granja Penal Canadá tiene capacidad para albergar 600 reos, pero en la actualidad cuenta con 3.092 detenidos hacinados en sus instalaciones, reconoció a la AFP el vocero del Sistema Penitenciario, Rudy Esquivel.
Los disturbios comenzaron la noche del domingo al terminar el horario de visita, por lo que decenas de mujeres, algunas con sus hijos, salieron despavoridas por los disparos de armas de fuego en medio del enfrentamiento.
Aunque es una cárcel de máxima seguridad donde están recluidos asesinos, secuestradores, violadores y líderes pandilleros, en las afueras viven familias en precarias condiciones pues las casas, en su mayoría, están construidas con láminas de zinc.