Ciudad de Panamá, Panamá
La historia de la invasión estadounidense a Panamá del 20 de diciembre de 1989 debe ser contada y enseñada "libre de sesgos y acomodamientos ideológicos", afirmó este domingo el semanario de la iglesia Panorama Católico.
"Hoy al cumplirse 26 años del fatídico acontecimiento, los recuerdos siguen frescos en Panamá, y aún quedan tareas pendientes por cumplir. Una deuda social que, en justicia, debe saldarse", sostiene en su editorial el portavoz de la iglesia católica panameña.
La iglesia católica fue una de las pocas instituciones que hizo un recuento extraoficial del número de víctimas mortales dejadas por la acción unilateral estadounidense que derrocó a la dictadura panameña que sojuzgó este país entre 1968 y 1989, con un saldo aún no oficializado de entre 500 y 5.000 fallecidos.
"Mucho sufrió el pueblo antes, durante y después de la invasión decretada por los Estados Unidos, que cobró cientos" de vidas y "daños materiales multimillonarios, aquel 20 de diciembre de 1989", apunta la institución.
Agrega que "el precio que se pagó por la recuperación de la democracia fue alto y no puede ser olvidado. Ya es tiempo que la historia sea contada y enseñada libre de sesgos y acomodamientos ideológicos que la trastocan y la desvirtúan. A cada quien hay que dar lo que le corresponda, tanto en justicia como en verdad".
"La historia es una gran maestra y trasmitirla a nuestros hijos y nietos es responsabilidad de los mayores, para que aprendamos las lecciones de lo que nunca debió ser, qué no se debe olvidar y así no cometer los mismos errores", sentencia.
El gobierno panameño acompaña este domingo en la ceremonia de homenaje a los familiares de los caídos en la invasión estadounidense que expulsó y capturó al exdictador Manuel Antonio Noriega, un exgeneral que luego de cumplir más de 20 años de cárcel en Estados Unidos y Francia, desde hace tres años paga en una prisión en Panamá condenas de hasta 60 años.