Tegucigalpa. AFP. Honduras ve la compra de diez aviones de combate por parte de El Salvador “como una amenaza abierta” del vecino país para no cumplir la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1992, que definió un contencioso limítrofe entre ambas naciones, informó ayer una fuente oficial.
La adquisición de los A-37 a Chile constituye “una abierta amenaza para la implementación de la sentencia” , recalcó la canciller Mireya Agüero, en declaraciones a una emisora de radio.
Añadió que ese asunto y las pretensiones de El Salvador sobre el islote Conejo, en el golfo de Fonseca (Pacífico), se analizaron antenoche en una reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, convocada por el presidente Porfirio Lobo.
En la reunión se habló de “los espacios marítimos en el Pacífico hondureño y a la luz de esa adquisición de un número importante de aviones A-37 por parte del Gobierno de El Salvador” , indicó.
San Salvador anunció recientemente la compra de 10 naves A-37 Dragonfly a Chile, por $8,5 millones. Esos aparatos se construyeron en los años 60 y 70 y fueron utilizados durante la guerra de Vietnam (1957-1975).
Cuestión de intenciones. El presidente salvdoreño, Mauricio Funes, negó que la decisión esconda intenciones agresivas. “Necesitamos reforzar la flota de aviones (...); es un simple tema de balance regional de las aeronaves con que cuentan los demás países de la región, que nos superan con creces”, arguyó.
Pero Honduras ve el asunto desde otra óptica, puntualizó la canciller Agüero. Para las autoridades, hay “movimientos armamentistas” de aquel país que dejan abierta la “posibilidad de parte de El Salvador de querer crear un escenario bélico hipotético en el golfo (de Fonseca) ” .
Ante esa situación, Honduras recurrirá “nuevamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas” y “ a la instancia regional solicitando que se nos apoye en la aplicación de la sentencia” , de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 11 de noviembre de 1992 .
Ese fallo definió los límites fronterizos entre los dos países.
El islote Conejo, donde Honduras ejerce soberanía, nunca estuvo en disputa durante el juicio que dirimió la CIJ, lo que reconocen ambas naciones.
Sin embargo, El Salvador lo reclama como suyo y protestó en setiembre por un acto cívico que soldados hondureños llevaron a cabo en ese territorio. Sostiene que es “una ocupación de facto”.
Funes manifestó que su país busca una solución a la disputa y que podría recurrir a instancias internacionales si el diálogo bilateral no funciona.
Honduras alegó ayer que no es necesario “volver a una negociación o solución diplomática” porque ambas partes se sometieron “ voluntariamente a la Corte Internacional de Justicia” .