Nueva York. EFE. El expresidente de Guatemala Alfonso Portillo se declaró ayer culpable ante un tribunal federal estadounidense de lavado de dinero.
Portillo reconoció su culpabilidad en una comparecencia ante el juez federal James Patterson y ahora está a la espera de la sentencia, la cual se conocerá el 23 de junio.
El exmandatario guatemalteco, de 62 años, podría ser condenado a una pena máxima de 20 años de prisión y a una multa de $500.000.
Portillo fue extraditado a Nueva York en mayo del año pasado desde Guatemala, para responder por los cargos que se le imputaban de conspiración para el blanqueo de dinero, obtenido ilegalmente durante su mandato (2000-2004) .
En su primera comparecencia judicial después de su entrega a Estados Unidos, el 28 de mayo, el exmandatario se había declarado inocente de los cargos .
Portillo fue acusado en enero del 2010 por la Fiscalía federal de Manhattan de un cargo de conspiración para el lavado en cuentas bancarias estadounidenses de decenas de millones de dólares obtenidos ilegalmente en el periodo cuando gobernó Guatemala.
El acta de acusación señaló tres episodios en los que Portillo y sus cómplices malversaron dinero público, que fue desviado a cuentas personales en Estados Unidos y Europa para blanquearlo.
“Portillo está acusado de convertir el puesto de la Presidencia de Guatemala en su cajero automático personal”, manifestó el fiscal federal Preet Bharara al hacer pública la acusación.
La entrega de Portillo a Estados Unidos se autorizó en noviembre del 2011, pero no se materializó hasta mayo del 2013, un mes después de que la Corte de Constitucionalidad rechazó una última petición de amparo del expresidente.
Por su parte, la Justicia guatemalteca exoneró al exgobernante , en abril del año pasado, cuando una sala de apelaciones de Guatemala ratificó la sentencia absolutoria dictada en mayo de 2011 por un caso de corrupción.
Sobornos. El exjefe de Estado reconoció que, en 1999, recibió $2,5 millones como sobornos del Gobierno de Taiwán.
Este dinero se lo pagaron en cinco cheques, tres de los cuales fueron emitidos en el 2000 y endosados por Alfonso Portillo y luego fueron depositados en una cuenta bancaria en Miami, Estados Unidos.
Otros dos cheques por un total de $1 millón fueron emitidos a favor de una compañía denominada Oxxy Financial y depositados también en Miami.
De todo ese dinero, $1,5 millones fueron depositados en cuentas que Portillo, su esposa y su hija tenían en el banco español BBVA en París, y posteriormente fue lavado en bancos de Suiza y Luxemburgo.
“Yo sabía en ese tiempo que lo que estaba haciendo era incorrecto, y me disculpo por los delitos. Yo me hago responsable de ellos, y acepto las consecuencias de mis acciones”, manifestó Portillo en su declaración.
El abogado de Portillo, David Rosenfield, manifestó ayer que el exmandatario guatemalteco “es una persona buena y decente, cometió un error, una aberración y está apenado y arrepentido”.
Con la extradición, Alfonso Portillo se convirtió en el primer gobernante latinoamericano en ser enviado a Estados Unidos mediante un proceso judicial.