Bilaspur, India. AFP. La Policía detuvo ayer al director de una compañía farmacéutica y a su hijo como sospechosos de haber destruido pruebas tras las esterilizaciones en cadena que el sábado pasado se saldaron con la muerte de 13 mujeres en el centro de India.
Los investigadores quieren comprobar la calidad de los medicamentos administrados a las mujeres después de ser operadas en el estado de Chhattisgarh, en el centro del país.
El caso provocó indignación en India y de varias organizaciones no gubernamentales (ONG), que critican la campaña de esterilización masiva sobre todo de las mujeres de zonas rurales, con frecuencia desinformadas e incitadas a operarse por dinero.
Los dos hombres fueron aprehendidos después de que las autoridades sanitarias registraron ayer la sede de su compañía en la capital del estado, Raipur, dijo el policía Om Prakash Pal.
Durante el cateo se constató que una gran cantidad de medicamentos había sido quemada.
Las autoridades registraron otro laboratorio farmacéutico, Kavita Pharma, en el distrito de Bilaspur, donde se tomaron muestras para ser analizadas.
El gobierno de Chhattisgarh suspendió cinco medicamentos utilizados en estas operaciones de esterilización en cadena, entre ellos un anestésico y un analgésico.
Las causas del accidente se desconocen pero las autoridades especulan con un posible choque séptico.
El cirujano detenido el miércoles incriminó a los medicamentos y acusó a las autoridades de tomarlo como chivo expiatorio.
Luego fue destituido, al igual que el responsable de salud del estado que había supervisado las operaciones.
Las mujeres operadas el sábado cobraron cada una 1.400 rupias, es decir 20 euros.
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