PESHAWAR, Pakistán.afp. Talibanes pakistaníes disfrazados de policías y armados hasta los dientes liberaron en la madrugada de ayer a cerca de 250 presos, entre ellos decenas de islamistas, en un ataque a una prisión del noroeste del país.
Al menos 13 personas –seis policías, cuatro presos, dos asaltantes y un civil de una empresa de seguridad– perdieron la vida en esta nueva ofensiva de los insurgentes realizada pocas horas antes de la elección, por el Parlamento, del futuro presidente del país.
Espectacular golpe talibán
El objetivo del ataque fue la prisión de Dera Ismail Jan, ciudad de la provincia de Jyber Pajtunjwa, cerca de Waziristán del Sur, una región tribal semiautónoma que sirve de refugio a los talibanes y otros grupos vinculados a al-Qaeda.
“En total 248 presos se han dado a la fuga”, dijo Malik Qasim, responsable de prisiones de la provincia de Jyber Pajtunjwa. Los insurgentes capturaron también seis mujeres, una policía y cinco prisioneras, precisó.
Treinta de los evadidos son islamistas “puros y duros”, informó Mushtaq Jadoon, funcionario gubernamental.
Un responsable de los servicios de información pakistaníes aseguró que al menos dos comandantes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP, talibanes pakistaníes) estaban entre los presos liberados.
Los insurgentes, vestidos con uniformes de la policía local, atacaron la prisión con cohetes, morteros y armas automáticas, antes de entrar en el edificio.
“Primero destruyeron un vehículo blindado policial estacionado ante la entrada principal” y mataron a dos policías, según Jadoon.
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