El Gobierno alemán acordó destinar dos millones de euros a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas con sede en La Haya (Holanda) para apoyar el plan de destrucción del arsenal sirio.
Esta organización, destaca el Ministerio alemán de Asuntos Exteriores en un comunicado, será la encargada de verificar sobre el terreno la composición de ese arsenal, hacer un inventario completo de todas las armas químicas de las que dispone el régimen de Bachar al Asad y sellar los almacenes en los que se encuentren.
" A Alemania le interesa la prohibición y la eliminación mundial de las armas químicas porque se conseguirá un mundo más seguro" , subraya el titular de Exteriores, Guido Westerwelle.
Tras asegurar que la destrucción del arsenal químico sirio es una prioridad de la política exterior alemana, el ministro destaca la experiencia de Berlín en este tipo de iniciativas y su decisión de reforzar la colaboración con la organización para garantizar el éxito de su misión.
La contribución financiera del Gobierno de Berlín se conoce mientras crece la polémica en el país por las exportaciones de productos químicos alemanes a Siria entre 2002 y 2006.
El Ejecutivo reconoció el miércoles en una respuesta parlamentaria a La Izquierda que entre esos años se enviaron a Siria alrededor de 130 toneladas de productos químicos, susceptibles algunos de ellos, según los expertos, de ser usados para fabricar gas sarín.
La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que no hay “ ningún indicio ” que apunte a que el régimen de Bachar al Asad haya empleado productos importados desde Alemania para fabricar su arsenal químico.
«Según los datos de los que dispongo, fueron destinados a usos civiles", manifestó Merkel en una entrevista en la primera cadena de la televisión pública ARD.
Mientras tanto la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) se reunirá mañana viernes en La Haya para abordar la "destrucción de las armas químicas sirias", informó la entidad.
La reunión en La Haya, sede de la OPAQ, permitirá a los 41 países miembros del consejo ejecutivo de la organización examinar la adhesión de Siria a la convención sobre las armas químicas y el comienzo del programa de destrucción de este armamento.
La adhesión de Siria a la convención de 1993 sobre la prohibición de armas químicas forma parte de un plan ruso-estadounidense para desmantelar el arsenal químico sirio.
Un equipo de investigadores bajo mando de la ONU que incluye a nueve expertos de la OPAQ encontró en Siria "pruebas flagrantes y convincentes" de la utilización de gas sarín en un ataque el 21 de agosto en una zona cercana a Damasco, según su informe publicado el lunes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo calificó de "crimen de guerra" y Washington afirma que ocasionó 1.429 muertos.
En virtud del acuerdo ruso-estadounidense, Damasco debe presentar antes del sábado documentación sobre todo su arsenal químico, lo que incluye armas e instalaciones.