Pekín. AP. El Gobierno chino reforzó ayer la vigilancia policial en las calles y detuvo a críticos como parte de un operativo de seguridad en vísperas del 25.° aniversario de la represión a las protestas en la plaza Tiananmen , en Pekín.
La Policía estableció puestos de control mientras oficiales y tropas paramilitares patrullaron pasos peatonales y las calles que rodean la plaza en el centro de la ciudad.
El refuerzo de la seguridad es una de las principales acciones en el aumento de las restricciones a activistas políticos, artistas, abogados y críticos del Gobierno.
En una aparente señal de nerviosismo del Gobierno, las conexiones mundiales a Internet parecieron haber sido interrumpidas. El correo electrónico de Google y otros servicios eran en su mayoría inaccesibles. China suele bloquear sitios extranjeros de redes sociales y censura sitios locales por contenido considerado político y sensible.
Silencio. El país no permite discusiones sobre los acontecimientos del 3 y 4 de junio de 1989, cuando soldados apoyados por tanques y vehículos blindados para transporte de tropas se abrieron paso hacia la ciudad y dispararon contra ciudadanos que se manifestaban.
El Gobierno nunca emitió un recuento formal o completo de la represión, o la cifra de muertos.
La versión oficial del Gobierno chino es que las protestas encabezadas por estudiantes tenían por objetivo derrocar al régimen del Partido Comunista y sumergir a China en el caos. Los dirigentes de las protestas sostienen que su intención era demandar mayor democracia y libertad, junto con el fin de la corrupción y favoritismos.
Por tradición, las autoridades refuerzan la seguridad antes del 4 de junio, pero las medidas restrictivas este año fueron notablemente más drásticas que en el pasado.