Nueva Delhi
El primer ministro indio, Narendra Modi, prometió actuar con firmeza contra los responsables de la violencia religiosa y alertó contra toda incitación al odio contra las minorías tras varios ataques a iglesias en Nueva Delhi.
El dirigente nacionalista hindú intervino el martes en una conferencia organizada por grupos cristianos y prometió defender la libertad de culto y el respeto a todas las religiones: "Condeno la violencia contra toda religión. Actuaremos enérgicamente contra ese tipo de violencia", aseguró.
Modi ha sido fuertemente criticado por no condenar antes los actos de violencia religiosa, en particular después de que cinco templos y una escuela católica de la capital india fueran saqueadas desde diciembre.
"Mi Gobierno no permitirá que ningún grupo, pertenezca a la mayoría o a una minoría religiosa, aliente el odio contra otras comunidades".
India es un país oficialmente aconfesional, pero el 80% de la población es hindú, un 13% musulmán y el 7% restante pertenece a otras religiones minoritarias.
Modi fue persona non grata en varios países occidentales durante varios años, tras las masacres antimusulmanas de 2002 en el estado de Guyarat, entonces gobernado por el actual primer ministro. La actuación de Modi se puso en tela de juicio ante la inacción de las fuerzas de seguridad.
Varias organizaciones próximas al partido de Modi han sido acusadas de querer imponer un programa político de defensa del hinduismo.
El primer ministro se ha defendido: "Nosotros no solo creemos en la tolerancia religiosa, sino que reconocemos como verdaderas todas las religiones", aseguró.