Rangún. AFP. Los militares en el poder en Birmania garantizaron este jueves una transición pacífica en el país luego de la victoria histórica en las elecciones del domingo del partido de la opositora y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi .
El poderoso jefe del Ejército, Min Aung Hlaing, prometió, en un mensaje en Facebook, “cooperación con el nuevo gobierno durante el periodo poselectoral” y felicitó al partido de Suu Kyi, en un mensaje similar a los que ha lanzado el actual presidente, Thein Sein.
Birmania ha estado más de medio siglo en manos de militares; primero, bajo la dirección de una junta y, desde el 2011, con un gobierno en parte civil, pero dirigido por sus aliados.
Sin embargo el partido de Suu Kyi, la Liga Nacional por la Democracia (NLD), obtuvo en las legislativas del domingo más del 80% de los escaños, una victoria histórica tras décadas de lucha por la democracia.
Según el último recuento, que todavía no es definitivo, la NLD está a solo 38 escaños de obtener 329, el número que le aseguraría la mayoría absoluta en las dos cámaras del Parlamento.
Una vez elegido, el Parlamento nombrará a principios del 2016 al próximo presidente. Aung San Suu Kyi no podrá ejercer esa posición porque la Constitución birmana prohíbe acceder al cargo a las personas que tienen hijos de nacionalidad extranjera, como es su caso, pero ya advirtió de que estaría “por encima” del cargo.
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Entre los nombres que suenan para ocupar el puesto de presidente está el de Shwe Mann, un exgeneral que también ejerce de vocero parlamentario, un candidato de compromiso cercano al partido en el poder, pero que perdió su escaño en las elecciones.
Muchos de los votantes de la NLD siguen desconfiando del Ejército y de sus colaboradores. En 1990 el partido ganó unas elecciones por mayoría pero la junta ignoró el resultado y reforzó su poder.
Veinticinco años más tarde, Suu ha pedido una “reconciliación nacional” para que el país pueda llevar a cabo una transición pacífica hacia la democracia.
El primer paso en este giro democrático se dio en el 2011 con la llegada al poder de un gobierno en parte civil que acordó más libertades y llevó a los países extranjeros a reducir sus sanciones.
El presidente estadounidense Barack Obama ha sido uno de los mayores apoyos del proceso prodemocrático en el país y de la figura de Aung San Suu Kyi , a la que visitó en varias ocasiones.
A pesar de los malos resultados del partido del Ejército, los militares tienen asegurada su presencia en el parlamento gracias a una ley que les garantiza el 25% de los escaños. También controlan el aparato de seguridad del país y algunos puestos claves.
Sin embargo, Suu ya ha anunciado que un gobierno democrático no intentará castigar los abusos del pasado.