Tokio
Las operaciones de rescate se reanudaron la mañana de este miércoles en Japón, en la cima del monte Ontake, que entró en erupción el sábado y dejó atrapados a numerosos excursionistas: 36 fueron descubiertos sin vida pero el número de víctimas es quizás mayor.
Las autoridades renunciaron a mandar socorristas al volcán ayer por las malas condiciones imperantes y el temor de una nueva erupción.
En cambio, durante la mañana de hoy las fuerzas de autodefensa pudieron posar helicópteros en la montaña, recubierta por una espesa capa de cenizas grises que la asemejan a la superficie de la Luna.
Entre el sábado, día de la erupción, y el lunes fueron localizados 36 cuerpos sin vida en la montaña, pero solo 12 pudieron ser bajados.
Los equipos de socorristas (varios centenares de soldados, bomberos y policías) intentaban recuperar este miércoles los 24 restantes.
La televisión japonesa Nippon TV indica sin embargo, según testimonios habrían -además de los 24 cuerpos que permanecen en la cima del volcán, aún por identificar- al menos otras 20 personas desaparecidas.
La prefectura de Nagano indicó que están en marcha las acciones saber el número de individuos de los que no se tiene noticias.
Cuando se despertó el Ontake el sábado, unos 200 senderistas se encontraban en el camino que conduce a la cima, situada a 3.067 metros de altitud, entre las prefecturas centrales de Nagano y Gifu. Además de los 36 muertos localizados, al menos 69 personas resultaron heridas.
Los familiares de los desaparecidos velaban al pie de la montaña, la mayoría sin esperanza.
La prefectura instó a los habitantes a no acercarse al volcán, cuyo acceso quedó restringido inmediatamente, y a ponerse máscaras en el perímetro afectado.