Seúl.
La expresidenta destituida de Corea del Sur, Park Geun-hye, se presentó este martes ante los magistrados de la Fiscalía para comparecer sobre el escándalo de corrupción y de tráfico de influencias que precipitó su caída.
Durante meses, Park se sirvió de su inmunidad para evitar responder a las preguntas de los investigadores. "Colaboraré con la investigación con sinceridad", dijo a su llegada a la Fiscalía de Seúl, presentando sus disculpas al público.
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La primera mujer que llegó a ser jefa del Estado de Corea del Sur fue destituida el 9 de diciembre por la Asamblea Nacional mientras millones de personas salían a la calle para exigir su salida. El escándalo sacó a la luz los lazos existentes entre la clase política y empresarial en la cuarta economía de Asia.
La destitución de la hija del difunto dictador militar Park Chung-hee, que se crió en el palacio presidencial, fue confirmada el 10 de marzo por la más alta instancia judicial del país.
Tras salir de su casa, su convoy avanzó lentamente entre la multitud de simpatizantes que agitaban banderas a la puerta de su domicilio, antes de acelerar, mientras la televisión cubría en directo todo el trayecto.
La audiencia de un sospechoso es una etapa esencial en el procedimiento penal antes de una eventual inculpación. Puede durar varias horas, hasta bien entrada la noche, o ser suspendida para retomarla más adelante.
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El escándalo se centra en la amiga de 40 años de Park, Choi Soon-sil, procesada por haberle sacado millones de dólares a grandes grupos industriales.
Park, de 65 años, podría ser inculpada por varios cargos, como abuso de poder, corrupción o coacción. Es el cuarto jefe del Estado que enfrenta un proceso o es investigado por escándalos de corrupción.
Los exmandatarios Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo cumplieron penas de cárcel por corrupción en los años 1990.
El presidente Roh Moo-hyun, elegido democráticamente, se suicidó en 2009 mientras él y su familia eran investigados por corrupción.
Park es sospechosa de ser cómplice de Choi, acusada de haber utilizado su relación con la presidenta para obligar a grandes empresas surcoreanas, incluyendo el coloso Samsung, a pagar millones de dólares a fundaciones privadas creadas por ella, supuestamente a cambio de favores.
La expresidenta está acusada de haber concedido favores políticos a dirigentes de la industria que hubieran colaborado con Choi, entre los que se encontraría Lee Jae-yong, heredero de Samsung. Lee fue detenido provisionalmente e inculpado.
Según la Corte Constitucional, Park también incumplió la ley al permitir la injerencia de su amiga, que no tenía ningún cargo oficial, en los asuntos del Estado.