Kabul.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llamó este sábado a los talibanes a unirse al proceso de paz con el gobierno afgano, en una visita sorpresa a Kabul destinada a mostrar el apoyo de Washington a este ejecutivo.
La visita de Kerry se da en un momento en el que Kabul trata de llevar a los insurgentes talibanes a la mesa de negociaciones para poner fin a un conflicto que desgarra el país desde el 2001. Pero los islamistas rechazan cualquier diálogo directo mientras no se cumplan sus condiciones, que incluyen la salida del contingente de 13.000 soldados extranjeros presentes en Afganistán.
"Hemos hablado de nuestro objetivo común, que es iniciar negociaciones de paz con los talibanes", declaró Kerry tras reunirse con el presidente afgano Ashraf Ghani.
Además de Ghani, Kerry se reunió con su número dos, Abdulá Abdulá.
Antes de viajar a Kabul, el secretario de Estado realizó esta semana otra visita sorpresa a Irak, donde el viernes prometió aumentar la presión sobre el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en una muestra de apoyo al gobierno iraquí. Esta visita era la primera que realizaba a este país desde el 2014.
Estados Unidos retiró el grueso de sus tropas de Afganistán y mantiene allí a unos 9.800 soldados.
Ambos países tienen un "acuerdo de asociación estratégica" y cuentan con una comisión bilateral que se reunirá este sábado para hablar de "seguridad, defensa, democracia, gobernanza, desarrollo económico y social", dijo el vocero del Departamento de Estado, John Kirby.
Elecciones. A nivel político, las elecciones legislativas están programadas para el 15 de octubre, más de un año después de la expiración del mandato de los 249 diputados.
El importante retraso se debe a la insurrección talibán, que hace temer seriamente por la seguridad de los electores y los organizadores.
Además, existe un desacuerdo profundo entre Ghani y Abdulá sobre la forma de organizar las elecciones tras la presidencial del 2014.
Los dos políticos reivindicaron la victoria durante tres meses, hasta acordar un reparto de poder, gracias a la mediación de Kerry.
Sin embargo, persisten las fricciones en el seno del ejecutivo afgano. Varios ministros renunciaron a sus cargos debido a los profundos desacuerdos entre Ghani y Abdulá.
Entre ellos, figuraba la elección como ministro del Interior de Noor ul-Haq Ulumi, que dimitió en febrero. Su sucesor, Taj Mohammed Jahid, fue confirmado este sábado por los parlamentarios de Cámara baja.
Después de 18 meses de gobierno de unidad, "no hay duda de que hay desafíos. Desafíos políticos y desafíos relacionados con la resistencia de (...) los talibanes", comentó el representante especial de Estados Unidos para Pakistán y Afganistán, Richard Olson.
A principios de marzo, los talibanes afganos se rehusaron participar en las negociaciones de paz directas con el gobierno de Kabul, frustrando las esperanzas de este ejecutivo de resolver un conflicto que lleva más de 14 años y ha dejado decenas de miles de víctimas.
Este rechazo ha enfriado las expectativas del gobierno afgano y de sus socios chino, estadounidense y paquistaní que esperaban asistir a una reanudación del diálogo, en momentos en que, en cambio, los combates proliferan en todo el país y que la "ofensiva de primavera" de los talibanes se espera se inicie en las próximas semanas.