Bangkok. AFP El Ejército tailandés dio ayer un golpe de Estado, decretó toque de queda y suspendió la mayoría de las libertades individuales, después de siete meses de crisis política y protestas .
Los militares ordenaron al primer ministro derrocado, Niwattumrong Boonsongpaisan, y a su gobierno “presentarse” ante el nuevo régimen, que ha tomado el nombre de Consejo Nacional para el Mantenimiento de la Paz y del Orden.
También ordenaron a los manifestantes de ambos bandos, que ocupaban diferentes lugares de Bangkok, que vuelvan a casa y han prohibido toda concentración de más de cinco personas. Los manifestantes empezaron a obedecer a finales de la tarde.
Con el Senado. El nuevo Consejo suspendió también la Constitución, pero decidió conservar el Senado para poder “dirigir el país sin sobresaltos”.
El régimen militar anunció que convocó para hoy viernes a la ex primera ministra Yingluck Shinawatra y a tres parientes más del controvertido ex jefe de gobierno, el multimillonario exiliado Thaksin Shinawatra.
Además, las nuevas autoridades castrenses amenazaron con bloquear las redes sociales que “inciten a la violencia” o critiquen a las autoridades surgidas del golpe de Estado de la víspera.
Tres días después de decretar la ley marcial, destinada según el Ejército a forzar el diálogo con los actores civiles de la crisis política, el poderoso jefe del Ejército, general Prayut Chan-Ocha, apareció durante la tarde en televisión para explicar que el golpe de Estado era necesario “para que el país vuelva a la normalidad”.
Este general destacó la violencia en el país, que dejó 28 muertos desde el comienzo de la crisis, a fines del año pasado.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, condenó “el golpe de Estado militar” en Tailandia, al advertir de consecuencias negativas entre Washington y Bangkok, dos países aliados.
“No hay justificación a ese golpe de Estado militar”, denunció.
Durante los últimos 80 años, se han registrado 18 golpes de Estado en Tailandia.
El último tuvo lugar en 2006 contra el ex primer ministro Thaksin Shinawatra. Provocó una serie de crisis políticas que han sacado a las calles a enemigos y partidarios del multimillonario. Aunque exiliado, Shinawatra sigue dividiendo a la población.
El episodio actual comenzó en octubre, con manifestaciones que pedían la partida de su hermana, Yingluck Shinawatra, primera ministra desde 2011, destituida finalmente por la Justicia a principios de mayo. Pero el gobierno interino se mantuvo, pese a las protestas de la oposición.
Este anuncio del golpe el jueves tuvo lugar dos horas después de una segunda sesión de negociaciones entre los principales actores de la crisis, partidos políticos y líderes de los manifestantes de ambos bandos, donde no hubo acuerdo.