Tokio.
Al menos 27 personas murieron y otras 10 han desaparecido debido a las lluvias torrenciales registradas en la madrugada de este miércoles en la prefectura de Hiroshima (oeste de Japón), informaron las autoridades niponas.
La Agencia Meteorológica nipona (JMA) declaró la alerta por precipitaciones en esta región montañosa, en la que se registra la cantidad récord de 243 milímetros en las últimas 24 horas, lo que ha provocado inundaciones y desplazamientos de tierra.
La policía y los bomberos recibieron una veintena de avisos por casos de personas que quedaron enterradas vivas o arrastradas por crecidas de canales y ríos, según recoge la agencia de noticias Kyodo.
Entre las víctimas mortales se encuentra un niño de dos años que quedó enterrado en un flujo de lodo en una zona rural, así como un anciano de 77 años que fue arrastrado por el agua cerca de la ciudad de Hiroshima, donde el río Nenotanigawa (afluente del Ota) ha registrado crecidas.
Un bombero que participaba en las operaciones de rescate también resultó muerto, según la cadena estatal de televisión NHK.
Las autoridades locales evacuaron a unas 65.000 personas de unas 26.000 viviendas de las áreas montañosas más afectadas por las precipitaciones.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, anunció el envío de centenares de efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) para participar en las operaciones de rescate, cuyo número superará los 500 efectivos según la citada televisión.
A ellos se sumarán más de 200 agentes de policía de la ciudad de Osaka y de otras provincias cercanas.
Abe suspendió sus vacaciones en la prefectura de Yamanashi (centro) para coordinar las operaciones y ha dado instrucciones para hacer " todos los esfuerzos posibles " para ayudar a los afectados, según dijo en una intervención ante los medios.
El primer ministro nipón envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y desaparecidos, y afirmó que en cuanto la situación lo permita se desplazará a la región el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y responsable de gestión de desastres, Keiji Furuya.