Pekín. EFE. China condenó ayer a cadena perpetua al intelectual uigur y activista moderado Ilham Tohti, en una insólita sentencia por su extrema dureza que, según aseguran organizaciones y disidentes, elevará la tensión en el país al cercenar las esperanzas de mejorar la convivencia pacífica entre etnias.
Se trata de una de las peores condenas recibidas por un activista y recae sobre la única voz de esta comunidad que ha criticado de forma moderada (aunque abierta) la política del régimen comunista en la provincia occidental de Xinjiang , hogar de la etnia minoritaria uigur donde los enfrentamientos se han incrementado en los últimos años.
El Tribunal Intermedio Popular de Urumqi, Xinjiang, consideró culpable a Ilham, catedrático de Economía, de 44 años, de “liderar un grupo separatista de ocho personas”, delito por el que también decidió arrebatarle sus bienes.
‘Separatista’. Según las conclusiones de la corte, Ilham usó la página web UygurOnline , creada por el profesor en el 2006 para fomentar el entendimiento entre etnias, para “difundir rumores e instigar al separatismo” y pedir “la independencia de Xinjiang”, y además transmitió a sus estudiantes “la necesidad de los uigures de usar la violencia para protestar”.
El activista, que impartía clases en uno de los centros de educación superior más prestigiosos de Pekín, rechazó ayer la condena y volvió a defender su inocencia al escuchar su castigo, como ya lo hizo durante su juicio la semana pasada.
Un día antes de conocerse la sentencia, Tohti había asegurado que “afrontaría cualquier veredicto con coraje”, según precisó su abogado Liu Xiaoyuan, quien confirmó que presentará una apelación.
“Quiero que mis familiares sean fuertes”, le comunicó Tohti a su letrado, quien aseguró por teléfono que seguirán luchando para liberar al académico uigur, ya que él “nunca abogó por el separatismo”.
La sentencia contra el académico no ha tardado en ser denunciada por la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos, así como por la extensa red de activistas en China.
La Unión Europea consideró “completamente injustificada” la sentencia, y pidió la “liberación inmediata e incondicional” del prominente profesor en un comunicado, después que uno de sus representantes en China viajó a Urumqi para tratar de hacer presión y minimizar la condena, sin éxito.
“Es una pena increíblemente dura. Es impactante incluso para China. No hay ningún activista que haya sido condenado a cadena perpetua por mostrar críticas moderadas”, declaró Maya Wang, funcionaria de la organización Human Rights Watch . “Es un punto de inflexión. La idea de que las expresiones moderadas, pacíficas, no van a ser escuchadas por el Gobierno, calará en la gente”, dijo.
Para el Congreso Mundial Uigur, que defiende la independencia de Xinjiang por la vía pacífica -un extremo con el que Tohti no coincidía-, China tenía una oportunidad que ha menospreciado.
“Podía haber organizado un proceso legal, no politizado, renovar un poco la confianza de los uigures en el Gobierno, pero lo han echado todo a perder”, declaró Dolkun Isa, portavoz de esta organización.
El escritor Wang Lixiong, uno de los amigos más cercanos de Tohti, consideró que la sentencia no solo es desfavorable para la comunidad uigur sino también para la han, y en definitiva, para “toda China”.
“Los uigures se dividen en dos grupos: los moderados y los radicales. Tohti es de los moderados y fue incluso criticado por el otro grupo, pero si un hombre de su carácter acaba de esta manera va a provocar que los radicales estén más seguros de sus convicciones y de que el resto pierda la esperanza”, dijo Wang.
Con él coincidió otro de los allegados del catedrático, el activista Hu Jia, quien permanece bajo arresto domiciliario en Pekín.
“El Gobierno se está equivocando con el mensaje que quiere lanzar, quería mantener la estabilidad en la región y ha tirado abajo el único puente entre etnias que tenían: a Tohti”, afirmó Hu.