Manila. AP y AFP. La Policía de Filipinas abrió ayer una investigación para determinar si hay conductas criminales en el incendio de una fábrica de calzado que causó la muerte de 72 personas que quedaron atrapadas en el segundo piso del edificio.
El familiar de una víctima afirmó que las barras de hierro colocadas en las ventanas impidieron que los ocupantes pudieran ponerse a salvo.
Se cree que ya todos los cadáveres fueron recuperados de la fábrica de sandalias de hule. El fuego duró cinco horas y consternó a los habitantes de la ciudad de Valenzuela, un suburbio de Manila, dijo el jefe de la Policía de la localidad, Rhoderick Armamento.
Escena tétrica. “Muchos han quedado reducidos a calaveras y huesos”, dijo el jefe de la Policía Nacional, Leonardo Espina.
“Definitivamente, alguien será culpado por las muertes. No importa si fue un accidente, lo cierto es que hay gente muerta. Estamos investigando para aclarar qué ocurrió. Seguro, alguien será culpado”, agregó.
Se cree que el incendio se desencadenó después que un material inflamable almacenado prendió fuego por las chispas de un soldador.
Entre las dudas surgidas tras el desastre, se averigua si la fábrica de sandalias cumplía con los requisitos de seguridad y tenía procedimientos que seguir en caso de deflagraciones.
Dionisio Cándido, cuya nieta, cuñada y sobrina estaban entre los desaparecidos, dijo que las barras de hierro reforzadas con alambre de púas que cubrían las ventanas del segundo piso “evitaron que hasta un gato pudiera escapar”.
Agregó que las autoridades le permitieron entrar al edificio en ruinas donde vio restos carbonizados “apilados unos encima de otros”.
Familiares dijeron a medios locales que sus parientes les enviaron dramáticos mensajes de texto en los que pedían ayuda desde el segundo piso antes de que se perdiera el contacto.
El secretario del Interior, Mar Roxas, informó de que el alguacil de bomberos y otros dos oficiales del departamento, fueron relevados de sus cargos.
Las barras en las ventanas son usadas comúnmente en oficinas, fábricas y casas en Filipinas como protección contra ladrones. En fábricas también se usan para evitar que los empleados sustraigan equipos o mercancías.