Kabul. AFP y EFE. Los talibanes llevaron a cabo este viernes un ataque cerca de la embajada de España en Kabul, en el que murieron cuatro personas –entre ellas un policía español– en el último operativo importante reivindicado por el grupo, que seguía combatiendo tras varias horas con las fuerzas afganas.
Más de seis horas después del inicio del ataque, continuaban este viernes escuchándose intercambios de disparos y explosiones en el barrio de Sherpur, una zona acomodada de Kabul.
“El Ministerio del Interior pone en conocimiento de los españoles que en el ataque del que hemos hablado antes en Kabul un policía ha muerto”, dijo el jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy durante un mitin en Orihuela (este de España).
Rajoy, precisó que el blanco del ataque en la zona de Sherpur, donde se registraron en hora punta tiroteos y una fuerte explosión, eran instalaciones cercanas y no la embajada misma, como habían afirmado previamente las autoridades afganas y españolas.
Los talibanes, que reivindicaron el ataque, también afirmaron que el blanco era una casa de huéspedes.
“Se corrió la noticia de que podía haber habido un ataque contra nuestra embajada, no ha sido así”, aseguró a los periodistas antes del mitin electoral. “No era un ataque contra nosotros”, insistió el mandatario.
“Ha sido un ataque contra algunas casas de huéspedes que estaban muy próximas a la embajada”, afirmó Rajoy, precisando que los empleados de la delegación diplomática española pudieron salir de las instalaciones.
El policía, que fue identificado como Isidro Gabino Sanmartín Hernández, de 48 años, “resultó inicialmente herido y posteriormente falleció”, afirmó el Ministerio del Interior español.
El hospital de emergencias de Kabul informó a través de Twitter que había siete afganos heridos que estaban siendo tratados.
Punto clave. En el barrio, se encuentra el domicilio de Abdul Rashid Dostum, un antiguo jefe de guerra y primer vicepresidente de Afganistán. También es sede de varias residencias de altos funcionarios o sedes de ONG.
En medio de los disparos, en la oscuridad, las fuerzas de seguridad afganas intentaron guarecerse, al tiempo que transportaban un cuerpo inerte y a dos heridos hasta una ambulancia, constató la AFP. A uno de los hombres heridos le sangraba la cabeza y el otro, un policía, tenía una herida de bala en la pierna.
El ataque de los insurgentes, que multiplican actualmente las ofensivas contra blancos extranjeros y gubernamentales, tuvo lugar tras un asedio de los talibanes al aeropuerto de Kandahar que duró 27 horas y dejó al menos 50 muertos esta semana.