Lagos
Unos 75.000 niños podrían morir, en el próximo año, por la hambruna generada por Boko Haram en Nigeria si los donantes no responden pronto, advirtió la agencia de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.
La severidad del grado de malnutrición y el elevado número de niños en riesgo de muerte convierten a la crisis en el noreste de Nigeria en una de las más graves del mundo, según Arjan de Wagt, nutricionista de Unicef en el país.
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La mayoría de los menores más malnutridos fallecen por enfermedades secundarias como diarrea o infecciones respiratorias, explicó De Wagt en una entrevista con AP.
"Pero con la hambruna, realmente se muere de hambre" y eso es lo que está ocurriendo, apuntó.
Hasta un 50% de los menores en determinados puntos presentan una malnutrición severa, explicó.
"A nivel global, esto no se ve. Hay que remontarse a lugares como la Somalia de hace cinco años para ver esos niveles", señaló de Wagt. Casi 260.000 personas murieron en Somalia entre 2010 y 2012 por una intensa sequía agravada por la guerra. En ese momento, Naciones Unidas dijo la ayuda tenía que llegar más rápido.
Unicef dobló el jueves su petición para Nigeria. Según la agencia, se necesitan $115 millones para salvar a los niños cuyas "vidas cuelgan literalmente de un hilo".
Por el momento, solo se han recaudado $24 millones. La falta de dinero ha supuesto que unas 750.000 personas que viven en zonas inaccesibles no puedan recibir ayuda este año, dijo la vocera Doune Porter a la AP.
La mayoría de los aproximadamente 2,6 millones de personas que se estima huyeron de la insurgencia de Boko Haram son granjeros de subsistencia que no han podido plantar cosechas durante dos años o más.
Varios miles de personas abandonaron campos de refugiados, este mes, para regresar a localidades aseguradas por el ejército nigeriano, pero es demasiado tarde para plantar ya que la temporada de lluvias está a punto de finalizar.
Mientras, Boko Haram sigue atacando lejos de zonas urbanas. Entre la población en peligro hay alrededor de 2,2 millones de personas atrapadas en zonas en las que opera la milicia radical o que han sido liberadas recientemente pero que siguen siendo peligrosas para acceder a ellas por carretera, dijo de Wagt.
De ellos, 65.000 sufren hambruna. La crisis ha alcanzado "niveles catastróficos" para personas que han buscado refugio en localidades controladas por el ejército y que "dependen totalmente de ayuda exterior que no les llega" , dijo el miércoles la ONG Médicos Sin Fronteras.
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"Muchas familias solo pueden comer una vez cada varios días y normalmente solo avenas aguadas", señaló la portavoz de la ONG Oxfam, Christina Corbett. "Se van a la cama hambrientos y se levantan sin forma de cambiar (su situación)".
Unicef limitó su labor en la región cuando combatientes de Boko Haram atacaron una caravana humanitaria escoltada por el ejército en julio.
Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que los mayores niveles de malnutrición infantil están en Maiduguri, una ciudad nororiental donde no hay conflicto y en la que cooperantes trabajan desde hace dos años.
"La tasa de mortalidad es cinco veces mayor de lo que se considera una emergencia, y la principal causa es el hambre", dijo la ONG en un comunicado.