Juba. AFP. Centenas de civiles fueron atacados por su pertenencia étnica, la semana pasada, en la ciudad petrolera de Bentiu por tropas del exvicepresidente sursudanés Riek Mashar, dijo ayer la ONU.
Al parecer 200 personas murieron y 400 resultaron heridas en una mezquita, víctimas de fuerzas favorables a Mashar, en rebelión contra el gobierno, indicó la Misión de la ONU en Sudán del Sur (Minuss).
Los partidarios de Mashar también perpetraron matanzas en una iglesia, en edificios evacuados de la ONU y en el hospital de Bentiu, capital del estado petrolero de Unidad, que las fuerzas rebeldes conquistaron el 15 de abril a las tropas leales al presidente sursudanés, Salva Kiir, afirmó la misión de la ONU en un comunicado.
“Cuando las tropas de Mashar tomaron Bentiu registraron una serie de lugares donde se habían refugiado centenas de civiles sursudaneses y extranjeros. Luego, mataron a centenas de civiles tras haber establecido su origen étnico o su nacionalidad”, agregó la ONU.
Disputa. Al conflicto que se inició como una disputa interna entre Kiir y Mashar se han sumado viejas querellas étnicas entre el pueblo dinka de Kiir y el nuer de Mashar, que se remontan a la guerra civil sudanesa contra Jartum, la cual desembocó en la independencia de Sudán del Sur en julio de 2011 .
Los combates, que han dejado miles de muertos desde el estallido del conflicto el 15 de diciembre , se acompañan a menudo de masacres de carácter étnico.
Sin embargo, los rebeldes también atacaron en Bentiu a civiles nuer, que se negaron a participar en las celebraciones por la victoria insurgente.
En la mezquita, donde se habían refugiado cientos de personas, las fuerzas partidarias de Mashar separaron a individuos de ciertas nacionalidades o grupos étnicos a los que pusieron a cubierto, y mataron a los otros, señaló la Minuss.
“En el hospital de Bentiu, mataron a hombres, mujeres y niños nuer porque se escondían y se negaban a reunirse con otras personaspara celebrar la entrada de fuerzas rebeldes”, añadió.
Las sedes de la Minuss han sido también blanco de ataques. El jueves, decenas de personas murieron al asaltar una turba el campamento de la ONU en la ciudad de Bor.
En su nota, la ONU denunció los llamados hechos por algunos líderes rebeldes para instigar a la violencia y pidió que se investiguen los crímenes cometidos.