Para Luis Eduardo Celis, analista de la Fundación Paz y Reconciliación, Santos cometió un error al recibir a Capriles, pero el Gobierno de Caracas se equivocó al condicionar su apoyo al diálogo de paz.
El encuentro privado en la Casa de Nariño, la sede de la Presidencia en Bogotá, provocó el enojo del gobierno del presidente Nicolás Maduro, el cual señaló que evaluará si continúa en su papel de acompañante del diálogo de paz de Colombia, que ya logró un acuerdo en materia agraria.
Aunque Santos ya había recibido sin consecuencias a Capriles en Bogotá, cuando este hacía campaña por las elecciones que ganó en octubre Hugo Chávez, fallecido de cáncer cinco meses más tarde, su insistencia en calificar a Maduro como un gobernante ilegítimo hace ahora la diferencia.
“No es igual recibir a un candidato presidencial que a un político que dice que le robaron las elecciones”, dijo Celis. Capriles impugnó las elecciones que Maduro ganó en abril con una ventaja del 1,49%.
“La respuesta de Venezuela también fue equivocada. No puede decir que apoya la paz de Colombia y al primer incidente decir que ya no acompaña la paz”, añadió este especialista.