Desde hace un año, sus botellas están recorriendo el largo camino desde las soleadas colinas de California hacia las megalópolis Pekín y Shanghái.
Cuando el viticultor visitó China en setiembre, lo primero que lo sorprendió fue la contaminación. “¿Dónde está el cielo?”, cuenta que se preguntó. Pero luego se dejó seducir por los evidentes signos de crecimiento y riqueza.
“En nuestra opinión, hay un creciente sector de la población que podría tener los medios de tomar nuestro vino. Basta con un mínimo porcentaje de los 1.300 a 1.600 millones de chinos para que tengamos un buen mercado”, explicó.
China fue el quinto destino de los vinos de EE. UU. en 2011, para un volumen de negocios de $62 millones, aún muy lejano de los $400 millones anuales que exporta el francés vino de Bordeaux a China.
Pero el crecimiento de las exportaciones vitícolas a China aumentó 30% respecto a 2010 y la tendencia debería proseguir, según el Wine Institute , que representa a más de 1.000 viticultores californianos.
Hace 10 años, “el vino (californiano) no representaba nada” en China, asegura la portavoz del instituto, Gladys Horiuchi.
“Ahora es nuestro quinto mercado y, evidentemente, seguirá creciendo porque allá hay un potencial enorme con el desarrollo de la clase media”.
A pesar de esta embestida, varios observadores dudan de que California pueda rivalizar con Francia y Australia en el mercado chino, a menos que hagan un verdadero esfuerzo de mercadeo.
“Las oportunidades son enormes, pero el valle de Napa no trabaja de una forma lo suficientemente seria como para atraer a los consumidores chinos”, declaró Mario Sculatti, asesor y comerciante con sede en Santa Helena, en el corazón de los viñedos.
Doug Hill recordó la caída brutal de su actividad desde que comenzó la crisis financiera en 2008.
“La actividad de algunos distribuidores se detuvo por completo, a menos que dieran precios muy bajos. Demasiado bajos para nosotros”, estimó el productor.
El año pasado, Hill se reunió con un comerciante chino, con sede en Oregon, que compra vinos de California, Oregon y el estado de Washington, para venderlos directamente a China y así lanzarse en esta nueva aventura.