El hombre, de 28 años, fue liberado de la prisión John E. Polk de Sanford, estado de Florida, en la madrugada de ayer.
Con un sobre marrón bajo el brazo, Zimmerman salió andando de la prisión y se subió a un automóvil blanco sin hacer declaración alguna a periodistas que hacían guardia ante el correccional desde que el viernes el juez Kenneth Lester aceptó que pudiera dejar la prisión con una fianza de $150.000.
Aunque las autoridades no han ofrecido detalles, es común que los presos paguen en efectivo el 10% de la fianza (en este caso $15.000), lo que suele ser suficiente garantía del pago del resto del importe.
A falta de testigos o pruebas que demostraran lo contrario, las autoridades locales no detuvieron de inmediato a Zimmerman; sin embargo, el caso desató protestas por todo EE. UU. con críticas a Zimmerman de actuar movido por prejuicios racistas y por la existencia de una ley que ampara el uso de la fuerza letal, alegando defensa propia.
Ayer, además, Bill Lee, jefe de la Policía de Sanford, donde ocurrió el polémico crimen del joven el 26 de en febrero, renunció definitivamente después de más de dos meses de que este caso provocó múltiples críticas a su gestión.
Lee, al frente de la Policía de esa pequeña ciudad en las afueras de Orlando, se había separado del cargo el 22 de marzo.