San Salvador. ACAN-EFE Vendedores informales ocuparon ayer la catedral de San Salvador como medida de protesta ante los desalojos desarrollados por la Alcaldía capitalina, como parte de un plan de ordenamiento, y exigen una mesa de diálogo con las autoridades, informaron los manifestantes.
“Estamos pidiéndole al señor alcalde (Norman Quijano) que abra una mesa de diálogo con testigos e invite al procurador de Derechos Humanos, a la Iglesia y a representantes de la Asamblea Legislativa”, exigió ayer desde el campanario de la catedral uno de los manifestantes, quien habló con el rostro cubierto.
Con megáfono en mano, el vendedor, acompañado de otras cinco personas que también cubrieron sus rostros, denunciaron ante los periodistas situados al frente de la iglesia, que “el alcalde es incapaz de dialogar” y pidieron que “cesen los desalojos”.
Por otra parte, el representante de los comerciantes informales, Martín Montoya, quien se encontraba en las afueras de catedral, junto a otros “compañeros” ofreciendo su apoyo a los manifestantes, dijo a periodistas que se trata de una ocupación pacífica y aseguró que no aceptarán desalojos violentos por parte de las autoridades.
Montoya agregó que permanecerán en ese recinto religioso por tiempo indefinido, hasta que el alcalde “se pronuncie”.
Por su parte, la Alcaldía de San Salvador anunció , a través de un comunicado, que su plan de ordenamiento continuará.
El ayuntamiento “se mantiene firme en el proceso de ordenamiento de la ciudad y este continuará porque no se puede permitir que los actos violentos y los delincuentes mantengan secuestrada” a la ciudad, señala el boletín.
Estas acciones de desalojo de comerciantes, a juicio de las autoridades municipales, “han redundado en beneficio directo de todos los salvadoreños, ya que les permite transitar por zonas más seguras”, agrega el comunicado.
Desde junio pasado, la alcaldía ha desalojado decenas de vendedores que habían instalado sus puestos fabricados con láminas de zinc y de madera en diversos lugares del centro de San Salvador, una medida que ha desatado protestas entre los afectados.
Aunque, hasta el momento, la Iglesia salvadoreña no se ha pronunciado, uno de los vendedores aseguró a Acan-Efe que cuentan “con su apoyo”.
Em tanto, el Gobierno anunció que a partir del 2011 aumentará el salario mínimo a los trabajadores públicos y las pensiones mínimas.
El ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, anunció que el salario mínimo subiría del equivalente de 208 dólares a 300 dólares. La medida debe ser aprobada por el Congreso, que aprueba el presupuesto.