Vaticano. AFP. Los abortos que se practican en hospitales católicos, con frecuencia por “presión política”, preocupa a la jerarquía de la Iglesia católica y figura entre los temas que serán abordados en una conferencia que se celebrará del 15 al 17 de noviembre en el Vaticano.
Unos 600 expertos, que trabajan en grandes hospitales o centros de salud rurales, se congregarán en el Vaticano para la 27.ª conferencia internacional del Consejo Pontificio para la Salud, dedicada al tema del hospital como “lugar de evangelización”, en el marco del Año de la Fe proclamado por el Pontífice.
Las entidades de salud católicas constituyen una enorme red en el mundo gracias a las cerca de 120.000 instituciones, según las estimaciones de la Santa Sede.
“Hay situaciones lamentables”, denunció el sacerdote italiano Augusto Chendi, subsecretario del Consejo Pontificio, al presentar ayer la iniciativa a la prensa.
“Nos los señalan (abortos) y de acuerdo con la Congregación para la Fe, tratamos de encontrar una solución adecuada”, explicó.
Para el presidente del Ministerio de Salud de la Santa Sede, monseñor Zygmunt Zimowski, autoridades civiles de algunos países hacen “presiones políticas” para que en los hospitales católicos se interrumpa el embarazo.
Entre los problemas que enfrentan los católicos, figuran, según el religioso, el aborto, la limitación de nacimientos, el diagnóstico prenatal, el respeto a la vida de aquellos con deformaciones, la tercera edad y la fecundación artificial.