Salt Lake City, Utah, EE. UU. AP La legislatura del estado de Utah aprobó una reforma migratoria que comprende una ley al duro estilo de Arizona y un prometedor programa de trabajadores huéspedes para indocumentados.
Los simpatizantes dijeron que el paquete legal de la reforma, aprobado la noche del viernes, presenta un equilibrio entre el imperio de la ley, las necesidades económicas y un sentido de piedad.
Los detractores, incluidos muchos republicanos conservadores, afirmaron que la reforma es una especie de recompensa indebida para los indocumentados, que alentará una mayor ingreso de ilegales.
La reforma, que incluye una medida para contratar temporalmente a trabajadores mexicanos, será remitido esta semana al gobernador Gary Herbert, republicano.
La reforma estuvo a punto de fracasar antes de la votación debido a una revuelta de republicanos conservadores en la cámara baja local contra el programa de trabajadores huéspedes, llamado Proyecto 116. Finalmente, se aprobó la iniciativa tras dos horas de discursos de los críticos.
El programa, que para regir necesita una dispensa federal, permitiría a los indocumentados permanecer en el estado como trabajadores huéspedes con sus familias.
“La gente cree que seremos vistos como compasivos, pero nos verán en realidad como débiles. (La gente) verá que no atendemos el imperio de la ley”, dijo el republicano Chris Herrod.
Bill Wright, también republicano y quien auspició el plan, afirmó que el programa debía ser aprobado si los legisladores querían que hubiera este año una reforma migratoria. Señaló que era un riesgo, pero también podría convertirse en un proyecto modelo.
La reforma incluye varios proyectos. El 497 criminaliza a los indocumentados, pero contiene diferencias que permitieron tranquilizar a los legisladores preocupados por el estigma negativo que carga la legislación de Arizona.
El Proyecto 466 crea un programa para que empresas en Utah puedan contratar a trabajadores del estado mexicano de Nuevo León.