“Le he dicho al presidente palestino que el presidente (de Estados Unidos) Barack Obama continuará trabajando por una solución pacífica y dos Estados, y por un Estado palestino viable”, dijo Mitchell a los periodistas tras reunirse con Abás por segunda vez en tres días, la primera en Ramala.
Mitchell declaró que Estados Unidos quiere que en el proceso de paz también estén implicados Siria, Líbano e Israel.
“Buscamos conseguir la paz para todas las partes en la región para que puedan establecer lazos normales entre ellas”, agregó.
El enviado estadounidense explicó que durante su estancia en Jordania se entrevistó, además, con el rey Abdalá II.
“La parte jordana sigue adelante con su apoyo al proceso de paz”, afirmó Mitchell.
Un comunicado de la Casa Real hachemí subrayó que esa reunión se centró en “cómo superar los obstáculos para restablecer las negociaciones entre palestinos e israelíes, conforme a criterios y referencias claras y con un calendario definitivo”.
Palestinos e israelíes se acusaron mutuamente de ser los responsables del bloqueo, al plantearse nuevas condiciones para volver a reiniciar el diálogo.
La Autoridad palestina de Abás rechaza reiniciar el diálogo sin un congelamiento total de la construcción en implantaciones judías en la Cisjordania ocupada.
Por su parte, el gobierno israelí rechaza esta exigencia, subrayando que no había sido planteada antes por los palestinos.
Las posiciones entre ambas partes sobre los grandes asuntos de la solución pacífica del conflicto, tales como fronteras de un futuro Estado palestino, colonización israelí, Jerusalén del este y refugiados, entre otros, parecen por ahora muy alejadas.
El enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, George Mitchell, reiteró ayer el apoyo de Washington a la creación de un Estado palestino “viable”.