Londres y Bruselas. EFE, AFP. La Unión Europea (UE) expresó ayer su deseo de que Gran Bretaña continúe en sus filas, pero explícitamente advirtió que no está dispuesta a otorgar un trato privilegiado a cambio de su permanencia en el bloque comunitario.
Varios países y representantes de las principales instituciones comunitarias advirtieron ayer al Reino Unido del peligro que conlleva plantear un referéndum sobre la continuidad en la UE.
El compromiso anunciado ayer por el primer ministro británico, el conservador David Cameron, de celebrar una consulta sobre el asunto, si gana las elecciones del 2015 , suscitó la reacción de Bruselas y de dirigentes europeos.
Pero también en el frente interno hubo voces de advertencia sobre esa eventual consulta, máxime si se toma en cuenta la importancia del mercado único para la economía británica.
Para el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, que hasta ahora lidera los sondeos de intención de voto, el discurso de Cameron estuvo “guiado por su partido y no por el interés económico nacional”.
El viceprimer ministro liberal demócrata Nick Clegg, proeuropeo, dijo que los “años y años de incertidumbre debido a una renegociación larga y mal definida” afectarán al empleo y el crecimiento, “prioridades"” actuales del país.
Sí, pero sin chineos. Mientras, las instituciones comunitarias recordaron que pertenecer al bloque va en el propio interés del Reino Unido e indicaron a Londres de que una Europa “a la carta” no es una opción posible.
“Queremos que (Londres) permanezca en la Unión Europea”, dijo el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, mas no habrá condiciones especiales para que Londres se quede.
“No se pueden escoger las pasas de la tarta ” , agregó.
Cameron, en su discurso de ayer, se comprometió a negociar un “mejor acuerdo” entre el Reino Unido y la UE que tenga el mercado único como “tema central”.
“Y cuando hayamos negociado ese nuevo acuerdo –agregó–, daremos al pueblo británico un referéndum con una opción muy simple de dentro o fuera. Permanecer dentro de la UE bajo las nuevas condiciones o salir completamente”.
“Ya es hora de que el pueblo británico pueda hablar”, afirmó Cameron cuya formación está también bajo la amenaza electoral potencial del UKIP, antieuropeo.