“A Europa le hace falta un nuevo impulso”, resume Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman, llamada así en honor del hombre que el 9 de mayo de 1950 propuso la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), base de la actual Unión Europa, integrada por 27 Estados.
La declaración de Robert Schuman, entonces ministro francés de Relaciones Exteriores, dio lugar al “Día de Europa”, que se celebra este domingo, y que este año tendrá un gusto amargo.
Uno de sus proyectos más audaces, el euro, es fuertemente atacado en los mercados, que especulan con la posibilidad de una crisis de la deuda soberana en Europa desatada por los problemas fiscales de Grecia.
“La credibilidad de la Unión Europea está en caída libre, tanto entre los ciudadanos como en el mundo entero”, consideran en una tribuna publicada este viernes en el diario francés Libération el presidente del Partido Socialista europeo, Poul Nyrup Rasmussen, y la líder de los socialistas de Francia, Martine Aubry.
Para remediar la crisis actual, los partidarios de una Europa federal ven la solución en una mayor integración política del continente, que permita a Europa hablar y actuar con una sola voz.
Sin embargo, la idea de un regreso del Estado nación gana terreno desde hace unos años. Los partidarios de esta doctrina defienden el modelo inverso, que podría salir fortalecido si los conservadores británicos consiguen instalarse en el poder.