Ankara. EFE. El Gobierno de Turquía acusó ayer al régimen de Siria de estar vinculado en un doble atentado con coche bomba en la ciudad meridional turca de Reyhanli, que dejó al menos 45 muertos y más de un centenar de heridos.
“Los atacantes están vinculados al régimen sirio”, afirmó en un comunicado el ministro turco del Interior, Muammer Guler. El vice primer ministro Besir Atalay precisó que “se ha determinado que los atacantes están vinculados con la Mujabarat”, el servicio de inteligencia sirio.
El doble atentado con coche bomba se produjo cerca del Ayuntamiento y la oficina de correos de Reyhanli, ciudad de unos 60.000 habitantes, situada en el sur de la provincia mediterránea de Hatay.
Este es el ataque más mortífero en suelo turco desde el comienzo del conflicto en la vecina Siria, en marzo de 2011, que ya se ha cobrado unas 70.000 vidas, según la ONU.
Las explosiones causaron una enorme devastación, hicieron que se desplomara un edificio y dañaron de forma importante las citadas sedes administrativas.
El gran número de heridos en estado grave, alrededor de la treintena, hace temer que la cifra de muertos pueda ascender, lamentaron las autoridades sanitarias.
Otro vice primer ministro turco, Bulent Arinc, había sugerido que los servicios secretos del régimen sirio podían estar detrás del atentado. Entonces Arinc sostuvo que “los refugiados sirios se han convertido en un objetivo del régimen sirio” y que “Reyhanli no ha sido escogido por casualidad”.
El ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, advirtió desde Berlín, donde se encuentra en viaje oficial: “Nadie debería intentar poner a prueba el poder de Turquía”.
Davutoglu agregó que las explosiones tuvieron lugar para desviar la atención de los últimos esfuerzos para resolver la crisis en Siria.
Turquía acoge a más de 300.000 refugiados sirios, la mayoría de ellos en campamentos distribuidos a lo largo de sus 900 kilómetros de frontera con Siria.
Turquía, el único país musulmán miembro de la OTAN, ha sido uno de los críticos más duros del régimen de al-Asad, y ha dado cobijo tanto a refugiados civiles sirios como a militares desertores.