Hamburgo (AFP). El Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM) dedicará sus audiencias de mañana y el viernes al caso de Argentina tras la retención del buque “Libertad” en Ghana, desde octubre a causa de la demanda de fondos especulativos por una deuda en NML Capital.
La denuncia se presentó porque, según Cristina Fernández, “se violó las normas del derecho internacional que consagran la inmunidad de los buques de guerra”
El gobierno de Fernández presentó a mediados de noviembre ante esta instancia judicial, con sede en Hamburgo, Alemania, una medida cautelar para que Accra libere la fragata retenida desde el 2 de octubre.
“La medida cautelar solicitada por Argentina consiste en exigir a Ghana la liberación inmediata e incondicional de la Fragata Libertad y su reaprovisionamiento para poder partir (...) con la mayor urgencia”, dijo el canciller Héctor Timerman.
En Hamburgo, el tribunal tendrá que decidir si libera el buque dando curso a los argumentos de Argentina sobre la violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, también deberá analizar en un primer momento la competencia sobre la constitución de un tribunal arbitral para poner fin al tema de la demanda de fondos.
Si el tribunal reconoce que se trata de una medida de urgencia, los jueces deberán decidir dentro de las próximas dos semanas.
De momento, Ghana no presentó ante el TIDM sus argumentos de defensa, aunque la justicia de ese país no reconoció la inmunidad del buque de guerra argumentando que Argentina había renunciado a ella al emitir los bonos de su deuda.
El buque de la escuela de la marina de guerra, se encontraba en viaje de instrucción, que contemplaba varias escalas en América Latina, Europa y África, cuando fue retenida en el puerto de Tema, cerca de Accra, por la justicia ghanesa a raíz de un juicio del fondo especulativo NML Capital con sede en el paraíso fiscal de las islas Caimán.
A bordo se encontraba una tripulación de 326 personas, en su mayoría de Argentina, así también de Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, Ecuador, Sudáfrica y Venezuela.
El gobierno argentino decidió a fines de octubre repatriar a gran parte de la totalidad de la tripulación, dejando a bordo del buque únicamente a 44 marinos argentinos y al capitán de la fragata para asegurar su mantenimiento y la seguridad.
Estos últimos protagonizaron episodios de tensión en Tema cuando las autoridades portuarias quisieron desplazar el buque para liberar espacio en el puerto, el más importante del país. Los marinos argentinos lo impidieron.
NML Capital, del financista estadounidense Paul Singer, reclama al Estado argentino una deuda de 370 millones de dólares tras negarse a ingresar en las reestructuraciones lanzadas por Buenos Aires en 2005 y 2010 para normalizar la deuda por casi 100.000 millones de dólares declarada en “default” en 2001.
En estas dos reestructuraciones, la Argentina saldó un 93%, de la deuda pendiente con inversores extranjeros, pero los bonos en poder de los fondos especulativos se encuentran entre los asuntos sin resolver.
Estos fondos compran deuda emitida por un Estado en quiebra a precios de remate e inician luego trámites judiciales para obtener un reembolso íntegro. Buenos Aires aún se encuentra en mora por unos 6.100 millones de dólares.
El gobierno de la presidenta Fernández reiteró que no negociará con los que denominó como “fondos buitres”.
NML es uno de los fondos que obtuvo la semana pasada un fallo favorable del juez federal de Nueva York, Thomas Griesa, que dio plazo a la Argentina hasta el 15 de diciembre para pagar 1.330 millones de dólares a fondos especulativos que no ingresaron en el canje de deuda.
Griesa hizo lugar a una demanda que lleva 10 años de los fondos especulativos NML y Aurelius y su fallo motivó la decisión de la agencia de calificación financiera Fitch de rebajar el martes cinco escalones la nota de la deuda soberana de Argentina , de "B" a "CC", considerando "probable" una cesación de pagos del país.