La fiscalía demanda prisión perpetua para todos los acusados, la única pena que en su opinión puede aplicarse a responsables de delitos contra la humanidad. Los siete acusados, en juicio desde julio del 2006, se han declarado inocentes.
Cinco de los implicados deben responder a cargos directos de genocidio: los jefes de seguridad de unidades del ejército serbobosnio, Ljubisa Beara, de 70 años, y Vujadin Popovic (53 años); el comandante de la unidad que lanzó el ataque contra Srebrenica, Vinko Pandurevic (50 años) y su jefe de seguridad, Drago Nikolic (52 años), así como el subjefe de la policía serbobosnia, Ljubomir Borovcanin (50 años).
Los exoficiales Radivoje Miletic (62) y Milan Gvero (72) no fueron juzgados por genocidio, sino por evitar la llegada de ayuda humanitaria a las personas amenazadas de muerte en Srebrenica.
Las tropas serbobosnias conquistaron el enclave musulmán de Srebrenica el 11 de julio de 1995, pese a que se encontraba bajo protección de la ONU. Cerca de 8.000 musulmanes, la mayoría hombres jóvenes, fueron asesinados y enterrados en fosas comunes en esa ciudad y municipio localizado al este de Bosnia Herzegovina
El entonces comandante militar serbobosnio, Ratko Mladic, acusado en ausencia de genocidio, sigue prófugo. Su líder político y exjefe de la República Serbia de Bosnia, Radovan Karadzic, fue descubierto en el 2008 en Belgrado y, tras su detención, fue extraditado a La Haya donde será juzgado.
También Karadzic podría ser condenado a cadena perpetua por genocidio en el proceso iniciado en octubre del año pasado. El expresidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, murió de un infarto en marzo del 2006 mientras era enjuiciado como presunto responsable principal de la masacre.
El Primer Tribunal de Belgrado abrió contra Bosiljka Mladic un proceso penal y llevará a cabo una investigación sobre el caso. Las armas se hallaron en un registro de la casa de Mladic en la capital bosnia, en diciembre del 2008.