El Tribunal Constitucional de Tailandia invalidó este viernes las elecciones legislativas celebradas el 2 de febrero, lo que deja en una posición muy delicada a la primera ministra Yingluck Shinawatra tras meses de protestas en las calles.
"Las elecciones del 2 de febrero no son válidas", declaró a la prensa un portavoz del Tribunal.
Dichas elecciones, convocadas Yingluck en un intento de apaciguar el descontento en las calles, no pudieron completarse debido a las interrupciones de los manifestantes.
El portavoz dijo que los jueces del tribunal, que adoptaron esta decisión con seis votos a favor y tres en contra, se basa en que la votación no se realizó el mismo día en todo el país.
Los opositores impidieron el registro de los candidatos en 28 circunscripciones, y obligaron al cierre de cerca del 10% de los colegios electorales.
El principal partido de la oposición, el Partido Demócrata boicoteó los comicios alegando que no pondrían fin a años de confusión política.
La primera ministra y el partido en el poder Puea Thai están amenazados por un rosario de diligencias judiciales de todo tipo emprendidas por los opositores que no pierden la esperanza de hacer caer al gobierno.
La decisión del tribunal supone una victoria para los opositores al gobierno, en particular para el Partido Demócrata.
Esta decisión deja en una posición cada vez más difícil al gobierno, que se limita a despachar los asuntos corrientes en ausencia de un nuevo Parlamento.
Y es que pese a que las protestas (que han dejado 23 muertos y centenares de heridos) han remitido, no se perfila ninguna salida política. Los actores políticos esperaban esta decisión judicial que podría forzar a la primera ministra a dimitir.
La oposición, que no ha ganado una elección general en veinte años, la reprocha de ser una marioneta de su hermano Thaksin, primer ministro víctima de un golpe de Estado en 2006, y de proseguir su corrupción generalizada.