En Nueva York, la nevada empezó a caer con fuerza a partir de las 3 p. m. locales, motivando que las compañías aéreas suspendiesen poco después sus vuelos hacia y desde los tres aeropuertos de la ciudad (JFK, La Guardia y Newark), anunció la oficina del gobernador, Andrew Cuomo.
“Una tormenta invernal mayúscula comenzó a abatirse sobre el noreste de EE. UU. con pronóstico de condiciones de tempestad para la noche del viernes y la madrugada del sábado”, señaló el servicio meteorológico nacional (NWS) en su boletín de las 4 p. m. locales.
El NWS anunció hasta 60 centímetros de nieve y posibles vientos huracanados de 110 km/h desde Nueva Jersey hasta Maine, en una franja costera que incluye a los estados de Nueva York, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts.
Ante esta situación, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, anunció la prohibición de circular a todos los vehículos en ese estado a partir de las 4 p. m. locales. La medida se repitió en Connecticut y Rhode Island.
Se esperaba que la tempestad se hiciese sentir con especial fuerza en Massachusetts y su principal ciudad, Boston, cuyas escuelas no abrieron y donde se ordenó a los empleados municipales que no cumplen tareas imprescindibles quedarse en casa. Unos 4.500 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos del noreste. Unas 1.500 de esas anulaciones fueron de vuelos en los tres aeropuertos neoyorquinos: JFK, La Guardia y Newark.
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