tOKIO. efe. Un nuevo sismo, de una magnitud de 6,4 grados en la escala abierta de Richter, el martes en la mañana (ayer en Costa Rica) en la provincia de Chiba (centro de Japón) y fue percibido en Tokio, si bien no fue preciso emitir una alerta de sunami.
De acuerdo con la Agencia Meteorológica de Japón, el movimiento ocurrió a las 8:08 hora local (5:08 p. hora costarricense) frente a la costa de Chiba, al este de la capital japonesa, y su epicentro se localizó a 26 kilómetros de profundidad.
La Agencia estimó en un primer momento que la magnitud del sismo fue de 6,3 grados, pero poco después la revisó hacia arriba hasta los 6,4 grados en la escala de Richter.
En las ciudades de Asahi y Katori, ambas en la provincia de Chiba, fue sentido con una intensidad de grado 5, en la escala japonesa cerrada de 7 puntos y que se centra más en el alcance del temblor.
Sacudida en la capital. En Tokio , el último temblor volvió a sacudir los edificios, como ha ocurrido con frecuencia desde que el 11 de marzo se produjo el terremoto más grave sucedido en Japón, de 9 grados, que provocó un sunami y la crisis nuclear posterior con 13.100 muertos y 13.700 desaparecidos.
Las líneas del servicio de metro de la capital y el servicio del tren de alta velocidad Shinkansen fueron paralizados temporalmente como medida de precaución, pero poco después comenzaron a recuperar la normalidad.
El aeropuerto internacional de Tokio-Narita, situado en la provincia de Chiba, cerró sus pistas para hacer comprobaciones de seguridad después del nuevo sismo y al poco tiempo las reabrió.
El de hoy, martes, siguió a otro fuerte movimiento telúrico de 7 grados en la escala de Richter que se registró en la costa de la provincia de Fukushima (noreste de Japón). El evento causó cuatro muertos, tres de ellos debido a un corrimiento de tierra, informó la televisión pública NHK.
Según la Agencia Meteorológica de Japón, desde el 11 de marzo se han registrado unas 400 réplicas de 5 o más grados en Richter; unas 70 de al menos seis grados y otras cinco de al menos 7 grados, una magnitud similar a la del terremoto que dejó unos 300.000 muertos en Haití en enero de 2010.