Bogotá. EFE. La más alta tecnología, trabajo de inteligencia, una milimétrica operación conjunta del Ejército y la Fuerza Aérea y gente al interior de las FARC permitieron acabar con la vida del máximo líder de esa guerrilla, alias Alfonso Cano.
El comienzo del fin de Cano arrancó hace tres años, cuando fue designado como jefe máximo de las FARC tras la muerte de Pedro Marín, más conocido como Manuel Marulanda o Tirofijo .
Fue entonces cuando la inteligencia del Estado colombiano comenzó a diseñar acciones para encontrarlo bajo un denominador común, el ahora presidente Juan Manuel Santos.
El punto de quiebre se dio cuando Cano salió del Cañón de las Hermosas, uno de los más agrestes terrenos de los Andes colombianos. Allí, Cano se movía sin problemas pues recibía suministros básicos.
Según fuentes de inteligencia, aunque Cano soportaba el acoso de las tropas, su situación comenzó a empeorar cuando le cortaron los suministros y lo obligaron a moverse de su santuario.
En tanto, la inteligencia del Estado sabía que estaba en la zona, pero no disponía de coordenadas que permitieran una operación.
Esta situación cambió hace unos tres meses, cuando fuentes de inteligencia ofrecieron informes certeros: Cano había salido de su madriguera.
La operación definitiva se perfiló dos semanas después, al confirmarse que el líder guerrillero estaba en un pequeño campamento.
Este viernes, se puso en marcha el plan, con la participación de 15 aeronaves. La operación fue llamada Odiseo y en ella participaron unos mil hombres.
Tras el bombardeo, Cano escapó junto a 14 de sus compañeros. En la huida perdió sus gafas, su billetera, su pistola, un computador y otras pertenencias que permitieron confirmar a los soldados que el guerrillero estaba en el área.
Entonces, las tropas supieron que Cano huía con poca escolta, simularon llegar a la zona, realizaron una aparente búsqueda rápida y se retiraron. Cano, oculto en la vegetación, creyó que la tropa se había retirado, pero los soldados regresaron e inició un combate. Al caer la tarde, el guerrillero estaba muerto por de tres tiros de fusil.