Bangkok. AP. El gobierno anunció inesperadamente hoy que continuará el estado de emergencia que ya mantenía en la capital y 18 provincias, que fue impuesto durante sangrientas protestas antigubernamentales que colocaron al país al borde del caos.
La medida fue extendida por tres meses. La ley marcial, sin embargo, fue levantada en otras cinco provincias.
El gabinete expresó que persisten “situaciones que requieren un monitoreo y una vigilancia estrecha en Bangkok y las 18 provincias, mayormente en el noreste, hogar de muchos de los llamados Camisetas Rojas que ocuparon el centro comercial de la capital durante semanas”, explicó a los reporteros Ongart Klampaiboon, ministro de la Oficina del Primer Ministro.
Aunque ha habido incidentes esporádicos de violencia desde el fin de las protestas, había expectativas de que el estado de emergencia iba a ser levantado en muchas partes del país, luego que el premier Abhisit Vejjajiva dijese el domingo que ese paso era posible.
Vejjajiva dijo hoy que “el gabinete ha examinado provincia por provincia y ha identificado cinco provincias en las que el estado de emergencia podía levantarse. Esas provincias ya no son problemáticas”.
El apoyo popular a los Camisetas Rojas en esas cinco provincias, incluso una en el norte y otra en el centro del país, no es particularmente fuerte.
La resolución del gabinete contradijo una propuesta de la principal agencia de seguridad, encabezada por el viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, quien llamó a que el decreto permaneciese en vigencia sin excepciones.
El estado de emergencia fue declarado inicialmente en Bangkok y en algunas provincias cercanas el 7 de abril y más tarde extendido a casi un tercio de todas las provincias del país.
Alrededor de 90 personas -en su mayoría manifestantes- murieron y más de 1.400 resultaron heridas durante nueve semanas de masivas protestas, que concluyeron con la intervención del ejército el 19 de mayo.