Yangon, Birmania (AP). La dirigente prodemocracia y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, archirrival de la junta militar gobernante, quedó en libertad hoy luego de la expiración de su más reciente pena de detención.
Miles de partidarios jubilosos acudieron a su residencia.
Suu Kyi apareció sonriente, con su tradicional chaqueta y una flor en el pelo, a la entrada de su casa mientras la multitud cantaba, la aclamaba y entonaba el himno nacional.
En un breve discurso en birmano, la dirigenta opositora agradeció a la presencia de sus seguidores que en un momento se incrementaron a 5.000 en el lugar.
Suu Kyi les pidió que vuelvan a reunirse mañana en la sede de su partido político.
“Si trabajamos en unidad, lograremos nuestro objetivo. Tenemos mucho que hacer”, apuntó.
La ganadora del Premio Nobel de la Paz, de 65 años, y cuya última detención se extendió por siete años y medio, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la democracia en esta nación del sureste asiático gobernada por los militares desde 1962.
La liberación de Suu Kyi, una de las prisioneras políticas más prominentes del mundo, llegó una semana después de unas elecciones que consagraron a un partido afín a la junta militar y que potencias occidentales criticaron como manipuladas.
Los simpatizantes de Suu Kyi habían esperado su liberación casi todo el día cerca de la vivienda donde estaba detenida y en la sede de su partido político.
La activista estuvo presa o en detención domiciliaria durante más de 15 de los últimos 21 años. Se ha convertido en este tiempo en símbolo de la lucha por que se terminen los gobiernos militares en este país del sureste asiático.