París. AFP El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, reconoció ayer públicamente que mantuvo una “relación inapropiada” y cometió una “falta moral” en el hotel Sofitel de Nueva York, donde una empleada lo acusó de intento de violación aunque enfatizó que “no hubo ningún acto delictivo”.
“Lo que pasó fue una relación inapropiada”, afirmó Strauss-Kahn en el noticiero del canal privado francés TF1, el de mayor audiencia, al ser entrevistado por primera vez por los hechos que le imputó la Justicia estadounidense en mayo.
La acusación y el escándalo le costó su cargo al frente del FMI y su candidatura a las elecciones presidenciales francesas del 2012.
Fue “más grave que una debilidad: es una falta moral”, sostuvo interrogado sobre lo ocurrido en la habitación 2806 del lujoso hotel Sofitel de Nueva York, tras lo cual fue acusado de intento de violación por Nafissatou Diallo, de 32 años. Este caso, no obstante, se desechó.
El economista afirmó que si el fiscal retiró todos los cargos fue porque “no había lugar para seguir adelante ya que todas las acusaciones se desvanecieron” y precisó que “no tiene intenciones” de negociar en el marco del procedimiento civil entablado por los abogados de Diallo. “Siempre clamé por mi inocencia y estoy contento de que los cargos hayan sido retirados”, sostuvo Strauss-Kahn, vestido con chaqueta oscura de pana, camisa blanca y corbata azul.
Interrogado sobre lo que sintió tras ser detenido, el 14 de mayo, Strauss-Kahn, de 62 años, considerado entonces uno de los hombres más poderosos del mundo, dijo: “tuve miedo, tuve mucho miedo porque cuando se entra en esa máquina se tiene la impresión de que te pueden destrozar. Me pisotearon antes, inclusive, de decir algo”.
Concluido el procedimiento penal en Estados Unidos, donde sigue en marcha un proceso civil contra el político francés, Strauss-Kahn está involucrado en Francia en una denuncia similar; impulsada por la periodista y escritora de 32 años, Tristane Banon, que lo acusa de intento de violación en el 2003.
Strauss-Kahn, que por esa denuncia compareció como “testigo” el pasado lunes ante la Policía judicial, negó haber ejercido “violencia alguna” contra esa mujer y aseguró que su versión de los hechos “es imaginaria”.
Sus abogados confirmaron informaciones del sitio Internet de la revista L'Express, según las cuales Strauss-Kahn admitió haber hecho “avances” a Banon, pero “negó todas las acusaciones” de intento de violación.
Esto contradijo así su versión anetrior de los hechos donde negó cualquier contacto. Ahora, la decisión está en manos de la Fiscalía.