CENTRAFRICA-FRANCE-UNREST A French soldier arrest an alleged ex-seleka rebel in Combattant neighborhood near Bangui's airport, on December 9, 2013. French troops on Monday began disarming fighters in the Central African Republic after a swell in sectarian violence that has claimed hundreds of lives and terrified inhabitants. AFP PHOTO / FRED DUFOUR (FRED DUFOUR)
París
Conflicto
En marzo, un golpe de Estado del grupo insurgente Seleka provocó la salida del país del presidente François Bozizé y abrió una crisis política en el país africano. Desde entonces, Naciones Unidas asegura que la región se encuentra ante la amenaza de un “genocidio” tras la espiral de violencia desatada entre grupos cristianos y musulmanes en los últimos meses.
Actores
La coalición Seleka exigió desde el comienzo de la revuelta el respeto por los acuerdos de paz del 2007, que implicaban la reintegración de los rebeldes en las fuerzas armadas. De igual modo, el autonombramiento de Michel Djotodia como presidente -musulmán en un país donde cerca del 80% de la población profesa la fe cristiana- solo ha agitado un conflicto que continúa retroalimentándose.
Intereses
En 2011, el International Crisis Group advirtió del “lado oscuro” de los diamantes de República Centroafricana, así como denunciaba el control que los rebeldes de la Unión de las Fuerzas Democráticas para la Unidad (una de las milicias que acabaría formando Seleka) ejercían sobre las minas del país.
Los soldados franceses comenzaron a desarmar a las milicias en Bangui este lunes y las "cosas se van desarrollando más bien correctamente", indicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Francia.
Intercambios de disparos tuvieron lugar entre militares franceses y hombres armados este lunes cerca del aeropuerto de la capital centroafricana, constató la AFP.
Oficiales se han desplegado en la República Centroafricana, donde por mandato de la ONU deben apoyar a la fuerza africana desplegada allí para restablecer la seguridad en ese país, dominado por el caos después de un golpe de Estado en marzo pasado.
La República Centroafricana está sumida en el caos desde que la coalición rebelde Seleka, mayoritariamente musulmana, depuso al presidente François Bozizé en marzo pasado.
Un gobierno de transición liderado por un exrebelde perdió luego el control del país, y grupos rivales cristianos y musulmanes protagonizan desde entonces sangrientos enfrentamientos.
El jefe rebelde convertido en presidente de la República Centroafricana reconoció ayer que no tiene el control total de sus exaliados, acusados de perpetrar matanzas de civiles. Afirmó que incluso si " un ángel viniera del cielo " no podría resolver todos los problemas del país.
Alrededor de 400 personas han muerto en los últimos días a causa de la violencia que azota al país, en tanto que Francia decidió una intervención militar autorizada por la ONU para impedir que su ex colonia caiga en un derramamiento sectario de sangre.
Tras la luz verde de la ONU, el ejército francés lanzó una operación en apoyo a una fuerza africana ya presente. París señaló el sábado que el contingente francés sería de 1.600 soldados, 400 más de lo anunciado hasta ahora.
Conflicto. La República Centroafricana se encuentra en una situación de inestabilidad desde finales del año pasado, cuando grupos rebeldes musulmanes aliados en torno a la formación Séléka se levantaron en armas al considerar que el entonces presidente Bozizé no había respetado los acuerdos de paz de 2007.
El pasado 24 de marzo, los rebeldes musulmanes lograron entrar en Bangui, lo que obligó a Bozizé a exiliarse y dejar su puesto de forma provisional a Djotodia.
En declaraciones a la cadena francesa BFMTV, Djotodia afirmó que la intervención francesa no pretende apoyar a ningún grupo en particular y aseguró que el es partidario de proseguir con la transición democrática del país.
"Francia no viene para tomar partido por un grupo, está aquí para ayudar a todo el pueblo centroafricano, cristianos, musulmanes y extranjeros que están en nuestro territorio", dijo Djotodia.