Los sismos de Haití y Chile sobresalieron en el 2010 como los desastres naturales de más impacto por la cifra de muertes y pérdidas económicas, respectivamente, indica un informe del Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres (CRED) divulgado ayer.
El análisis señala que el año pasado 373 desastres naturales cobraron 390.200 vidas humanas, afectaron en algún grado a 208 millones de personas y ocasionaron pérdidas por $110.000 millones.
Los dos desastres que hicieron del 2010 uno de los años más mortales de los 20 años fueron el terremoto del 12 de enero en Puerto Príncipe, cuando fallecieron al menos 316.000 personas, y la ola de calor en Rusia por la cual murieron 56.000 más entre junio y agosto.
De esta forma, y por primera vez, América encabezó la lista de continentes más afectados con el 81% de las muertes en el 2010.
El reporte de CRED también afirma que el hecho más costoso en el 2010 fue el terremoto en Chile, que ocasionó daños y gastos que, en conjunto, elevaron los costos $30.000 millones.
Aún así, las pérdidas económicas en el 2010 fueron inferiores a las del 2005, año cuando solo los daños causados por los huracanes
De los diez desastres con mayores cantidades de muertos, cinco fueron en China, Pakistán e Indonesia. Además, un 89% de todos los afectados, en algún grado, por los desastres del 2010 vivían en Asia.
El CRED es una entidad que desde 1998 alimenta una base de datos sobre eventos de emergencia conocida como EM-DAT. La base de datos incluye todos los desastres desde 1900 hasta la fecha forma parte de la oficina de Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas.
El análisis adelantó que actualmente, ya se han desarrollado condiciones “entre moderadas y fuertes” del fenómeno climatológico de
Los especialistas afirman que que el fenómeno de La Niña estuvo asociado con las inundaciones y los aludes que se produjeron el año pasado en Colombia, de abril a diciembre y las recientes en Queensland, Australia, y en Río de Janeiro en Brasil provocadas por las lluvias iniciadas en diciembre del 2010.