El Cairo. (AFP). El gobierno sirio aceptó formalmente hoy, tras varias semanas de indecisión, la llegada de observadores árabes al país, en una iniciativa que la oposición calificó inmediatamente de “maniobra” para ganar tiempo.
El viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faisal al Maqdad, firmó en El Cairo un documento autorizando observadores, en virtud de un plan de salida de la crisis elaborado por la Liga Árabe que Damasco ya había aceptado "sin reservas" pero se había negado a aplicar.
En Damasco, el canciller Walid Mualem aseguró en una conferencia de prensa que los observadores árabes serían "bienvenidos" en Siria.
"La firma del protocolo (sobre el viaje de los observadores) es el inicio de una cooperación entre nosotros y la Liga Árabe. Recibiremos con satisfacción a la delegación de observadores", añadió el funcionario, y añadió que "este entendimiento será renovado en un mes, si las dos partes están de acuerdo".
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, anunció que una primera delegación llegaría a Damasco en los próximos tres días.
Dirigida por Samir Seif al Yazal, asistente del secretario general, la delegación estará compuesta "por observadores de seguridad, del derecho y de la administración", dijo Arabi, quien precisó que los equipos incluirán también expertos en derechos humanos.
Las fuerzas de seguridad mataron este lunes a seis civiles en Deraa (sur) y en Deir Ezor (este), informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En la provincia de Idleb, tres soldados del ejército regular sirio resultaron muertos el lunes durante un enfrentamiento con desertores, según la misma entidad.